El hombre de la máscara de hierro

Basada en la famosa novela de Alejandro Dumas, esta versión cinematográfica cuenta con un elenco de renombre que incluye a Leonardo DiCaprio, Jeremy Irons, John Malkovich y Gérard Depardieu, entre otros. La oportunidad de ver a DiCaprio en un doble papel es un regalo en sí mismo, demostrando su versatilidad interpretativa.

En 1698, un misterioso prisionero ingresó en La Bastilla. Ocultaba su rostro tras una máscara. Falleció en 1703. La leyenda imaginó un malvado Luis XIV, que habría mantenido a su hermano gemelo entre rejas, con una máscara de hierro. Casi todas las versiones cinematográficas se han inspirado en Alejandro Dumas: Allan Dwan, en 1929, o James Whale, en 1939, firman dos de ellas. Ahora llega, bastante libre, la de Randall Wallace, guionista de Braveheart, que debuta en la dirección.

El filme muestra cuatro mosqueteros crepusculares. D’Artagnan se debe al rey Luis, pese a su evidente tiranía; algo irracional, que sus antiguos compañeros de armas no entienden. Aramis, hombre de Dios, se ve llamado a la acción por amor a Francia. Porthos, libertino y mujeriego, ve cómo su vigor se va; y aunque sea a través de un humor demasiado zafio, da qué pensar este hombre abocado al suicidio cuando le faltan los deleites carnales. Finalmente está Athos, que sufre la pérdida de un hijo, de la que culpa a D’Artagnan.

Es una espectacular película de aventuras del género de capa y espada de esas que desgraciadamente ya no se hacen hoy en día, cuenta con un excelente reparto lleno de grandes actores y una historia muy lograda que engancha y que no aburre en ningún momento ya que se disfruta desde su buen comienzo hasta su emocionante final. Este tipo de cintas son las que hay que valorar más en estos tiempos, es cine de aventuras en todo su esplendor que tiene buena acción, una maravillosa banda sonora, una excelente fotografía aunque claro que una de las cosas que más sobresalen son los escenarios ya que la recreación de la Francia de esa época con los decorados y las vestimentas estuvieron geniales aunque eso era más que obvio tratándose de una superproducción de finales de los noventa donde todavía se hacía cine de verdad y se trabajaba duramente para llevar a cabo la realización de una película.

El casting está repleto de grandes actores, empezando por Leonardo DiCaprio quien ya se estaba alejando de esos papeles de chico rebelde y guapetón que siempre solía hacer en sus primeros años, en el filme interpreta un personaje doble, el de Luis y el de su hermano gemelo Philippe, la interpretación que hace DiCaprio como Luis es fantástica, es un tipo que trasmite odio por lo cruel, tirano y despreciable que es, y el actor sinceramente hace un trabajo genial y me encanta, en cambio como el humilde y bondadoso Philippe no sobresale demasiado aunque tampoco es que lo haga mal solo que simplemente sobresale mas con el otro personaje.

Como los mosqueteros tenemos a Gabriel Byrne como un sublime y fantástico D’Artagnan ya que el actor se siente cómodo y está muy metido en su personaje así que como siempre nunca decepciona porque hasta es uno de los mejores personajes de la película al lado de Jeremy Irons quien es otro actorazo que me encanta y cumple interpretando a Aramis, John Malkovich como Athos también la borda, aunque eso ya es de saberse, pues siempre cumple en cualquier papel que le ponga. Y por último, el más divertido y bromista del grupo es Gérard Depardieu como Porthos, el mosquetero que se toma las cosas con poca seriedad y que adora la vida, las mujeres, la comida y el vino.

El hombre de la máscara de hierro brilla en el género de aventuras históricas y en las de capa y espada. La película nos sumerge en un mundo de reyes y mosqueteros, donde la lealtad, la amistad y el sacrificio son puestos a prueba en cada giro de la trama. Las espectaculares escenas de acción y duelos a espada mantienen la adrenalina alta. Mientras que los momentos más íntimos y emotivos se profundizan gracias a la interpretación de los personajes.

Esta joya cinematográfica no pasó desapercibida en su época. Aunque quizás no haya acumulado una larga lista de premios, recibió su merecida atención y reconocimiento. Su espléndida dirección, el impresionante diseño de producción y la emotiva partitura musical se hicieron notar en la industria cinematográfica.