El hombre en busca de sentido

La primera edición del libro se publicó en 1946 en alemán en Viena bajo el título de Ein Psychologe erlebt das Konzentrationslager (Un psicólogo en un campo de concentración). La primera edición tuvo tanto éxito que enseguida se publicó una segunda edición; sin embargo, no tuvo la respuesta esperada. Inmediatamente, Frankl habló con su editor, Deuticke, sobre su decepción por ese fracaso.

El libro se tradujo al inglés con el nombre de From death-camp to existentialism ,y en español como Desde el campo de la muerte al existencialismo, entre 1955 y 1959. Esta edición vendió algunos cientos de ejemplares más, pero seguía sin encontrar su público. Como consecuencia, fue catalogado como un libro fallido. Lo que se entiende en el mundo editorial como una obra que no tendrá una audiencia masiva, sino pocos lectores.

Pero tiempo después y a propuesta del profesor Gordon Allport, en 1961, la Beacon Press consideró editar el libro con una condición: Frankl tenía que añadir un relato autobiográfico en donde evidenciara las nociones básicas de la logoterapia y del análisis existencial. A partir de eso, el libro nuevamente sale al mercado bajo el título Man’s searching for meaning, y en español como El hombre en busca de sentido.

El éxito de la nueva edición fue absoluto e impactante; la suma de ejemplares vendidos en los Estados Unidos superó la cifra de nueve millones. Se registraron después ciento cuarenta y nueve ediciones, traducidas a más de veinte idiomas.

Argumento

El hombre en busca de sentido es mucho más que el testimonio de psiquiatría, sobre los hechos y los acontecimientos vividos en un campo de concentración, es una lección existencial. Es el estremecedor relato en el que Viktor Frankl nos narra su experiencia, durante todos esos años de sufrimiento, cuando sintió en su propio ser lo que significaba una existencia desnuda, absolutamente desprovista de todo, salvo de la existencia misma.

Él, que todo lo había perdido, que padeció hambre, frío y brutalidades, que tantas veces estuvo a punto de ser ejecutado, pudo reconocer que, pese a todo la vida es digna de ser vivida y que libertad interior y la dignidad humana son indestructibles. En su condición de psiquiatra y prisionero, Frankl reflexiona con palabras de sorprendente esperanza sobre la capacidad humana de transcender las dificultades y descubrir una verdad profunda que nos orienta y da sentido a nuestras vidas.