Mujeres jóvenes, sudamericanas, integrantes de la página de scorts zonadivas.com murieron asesinadas en la Ciudad de México y el Estado de México entre 2017 y 2018.

Kenni y Karen son dos de estas jóvenes provenientes de Argentina, Venezuela y Colombia, entre otros países, que migraron a México en busca de una mejor vida. El caso escaló a los medios de comunicación, pero no lo suficiente para haber sido resueltos los feminicidios. La herida está abierta.

De ahí que las cineastas Astrid Rondero y Fernanda Valadez encontraran en el true crimen, género que permite examinar un crimen real y detallar las acciones de personas reales, una buena salida para mostrar el caso y sacarlo de nuevo a la luz en El portal: la historia oculta de Zona Divas, una serie de cuatro episodios que están disponibles en Netflix.

La compañía Mezcla impulsó la realización que, dice la productora Laura Woldenberg, intenta humanizar a las víctimas y quitarles los estigmas que se tienen al hablar de mujeres dedicadas al trabajo sexual porque, entre otras cosas, tenían razones económicas para decidir salir de su país. “Fue un caso muy sonado, pero como ocurre con la mayoría de ellos, se cubren de manera incorrecta (por los medios de comunicación) y en este caso específico, tenía todos los ingredientes para cubrirse de una manera súper sensacionalista”, señala.

“Aquí es verlas desde el punto de vista de la gente que más las quiso, que son sus madres, y también habla de toda la red de trata que hubo detrás”, comenta Woldenberg (Las tres muertes de Marisela Escobedo y La dama del silencio: el caso de la Mataviejitas), quien se acercó a las cineastas.

Rondero comenta que el reto fue convencer a quienes dan su testimonio, pues la vulnerabilidad que viven y la poca o nula atención de las autoridades las hace muy desconfiadas.