El Libro de la Vida

La riqueza de colores que existe en esta, resulta un abanico de oportunidades que Gutiérrez ha sabido aprovechar. Veterano en la creación de series animadas, este director mexicano apadrinado por Del Toro potencia su gran talento durante todo el filme.

En El Libro de la Vida el elemento clave es el color y lo acompañan en este sentido muchos otros, elaborados en filigrana, pertenecientes a la cultura mexicana. En cada personaje se encuentran estampados elementos clave como las calaveras, las flores coloridas, las veladoras. Así como están presentes los paisajes rurales tradicionales de cualquier Pueblo Mágico a lo largo del territorio mexicano.

Por su parte, el mundialmente conocido Día de los Muertos es llevado a un nivel extraordinario, en una especie de marco cultural que en sí mismo tiene un elevado contenido del imaginario colectivo mexicano. En dicha festividad se conjuntan muchas cosas, como el sincretismo cultural de México, tanto religioso como de los pueblos ancestrales y, como mencionaba, es aprovechado de forma extraordinaria.

En esta cinta se desarrolla la historia de Manolo, Joaquín y María, en la que los primeros dos se disputarán el amor de la chica. A su vez La Muerte y Xibalbá, dos seres míticos que a su vez son guardianes de la Tierra de los Recordados y la Tierra de los Olvidados, entrarán en la trama al realizar una apuesta por ver quién de los dos chicos se queda con el amor de María.

Podemos reconocer en La Muerte y en Xibalbá la fuerte presencia del imaginario cultural mexicano, el cual parece casi siempre un personaje más en este primer largometraje realizado por Jorge R. Gutiérrez. La Muerte está representada como una calavera hecha de azúcar, tradicionales del Día de Muertos.

También cumple con los elementos de la elegancia, el porte, su género, su dulzura. Por otro lado está Xibalbá, quien proveniente de la cultura maya y que representa el inframundo. Algo en particular es que la muerte es vista como parte de la existencia y un paso a otros niveles, no como castigo o un final sin retorno.

La animación realizada por el Reel FX es extraordinaria y el trabajo plástico de los personajes es notorio, debido a la experiencia del director y a su esposa Sandra Equihua, que tienen en su haber proyectos importantes, además de premios por sus diseños de personajes y una destacada participación en series animadas como El Tigre: The adventures of Manny Rivera, ¡Mucha Lucha! y The Buzz Maggie de Disney. El estudio de animación estadounidense se ha superado a sí mismo, luego de realizar la muy regular Free Birds.

Cada personaje está realizado con impresionantes detalles, cargados con elementos representativos, con significados profundos de la cultura mexicana. Sin embargo, y esto es lo más débil dentro de toda la cinta, la historia es predecible en todo momento. Las sorpresas las encontramos en lo visual, en la belleza y colorido, pero la trama es simple. Por momentos tiene un potencial interesante pero no es llevado a más y por ello sabemos qué ocurrirá hasta el final, sin sorpresas narrativas.

Por esto mismo resulta una cinta para público más joven en cuanto a la trama, incluso si tenemos en cuenta que los temas no son sencillos, ya que se habla de la muerte, del heroísmo, de la vocación personal frente a la expectativa y la tradición familiar. Aun así se queda en un plano pequeño en cuanto a trama. Además, trata de dar un lugar al personaje femenino principal, pero al final solo consigue una serie de clichés.

Otro elemento digno de elogio es sin duda el soundtrack. Resulta divertido, ingenioso, ecléctico. Nada menos que el maestro Gustavo Santaolalla fue el encargado en esta materia y podemos estar de acuerdo que el resultado es muy bueno. Durante la cinta encontraremos versiones nunca antes escuchadas de canciones que nos son muy familiares, como “Creep” de Radiohead y “I will wait” de Mumford & Sons. También participan Kinki, Café Tacuba, Plácido Domingo y muchos. Santaolalla llevó al extremo las versiones al hacer que Diego Luna cantara algunas y, para sorpresa, muy agradable.

Por último, los demás personajes son un ejemplo de la atención al detalle; cada uno tiene un tratamiento visual muy interesante, incluso con mayor realización que la historia eje. Casi sobra decir que la transformación del personaje de Manolo cuando va a la Tierra de los Recordados es genial, y ese mundo, un festín visual aún más grande.

Las voces en su versión en inglés están a cargo de Diego Luna como Manolo, Zoe Zaldaña como María, Channing Tatum como Joaquín, Ron Perlman como Xibalbá, Kate del Castillo como La Muerte, entre otros también muy destacados: Ice Cube, Héctor Elizondo, Christina Applegate, Danny Trejo y Ana de la Reguera.

Conclusión

Así pues, Jorge R. Gutiérrez logra una cinta muy recomendable por sus elementos visuales, por la calidad del diseño de sus personajes, por el uso de las tradiciones mexicanas y en especial del Día de Muertos con una belleza notoria. Sin embargo, toda esta riqueza se desplaza por una historia muy predecible y sin muchas sorpresas a pesar de tocar temas delicados. El cliché en algunos personajes, sobre todo los femeninos, resulta un punto débil también.

La música, el extraordinario diseño de personajes y la animación, que son francamente destacadas, así como el colorido de los mundos y el humor ligero y ameno dan como resultado una película, con todo y sus puntos débiles, que vale mucho la pena ver.