Luego de un exitoso periodo de exhibición en el Museo de la Revolución en la Frontera (Muref), Exaduana de Ciudad Juárez, en Chihuahua, donde acudieron más de 35 mil personas a admirar la exhibición “Mamut: el gigante de la prehistoria”, que presenta el esqueleto armado en pie del Mamut de Ecatepec; este ejemplar de la especie más representativa de la Era de Hielo continúa su periplo por el norte de México.
La muestra abrió al público este 30 de agosto, en el Centro de Visitantes de la Zona Arqueológica Cerro de Trincheras, en la región del desierto de Sonora, a más de 220 kilómetros de Hermosillo, comentó el INAH en un comunicado.
La osamenta original de mamut, procedente de la Cuenca de México, fue rescatada, estudiada y ahora conservada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Está compuesta por 132 piezas, 120 originales y 12 recreadas armadas y montadas en pie para la exhibición del esqueleto completo, que corresponde a un adulto joven, macho, fechado por su relación con las capas del depósito de hace 10.500 a. C.
Para esta exposición, el Mamut de Ecatepec se acompaña de contenidos que detallan su existencia en el pasado prehistórico, bajo la asesoría académica de la investigadora Guadalupe Sánchez Miranda, investigadora asociada al Centro INAH Sonora, quien explica que uno de los grupos con amplia distribución en México durante la época del Pleistoceno fueron los proboscídeos (mamíferos con trompa), de los cuales había estas especies:
Mamut colombino (Mammuthus columbi), mastodonte americano (Mammut americanum) y los gonfoterios (Stegomastodon y Cuvleronius). El ejemplar en exhibición fue identificado como Mammuthus columbi, de los animales más grandes del planeta, con una altura superior a los cuatro metros y un peso de 10 toneladas.
Necesitaba comer alrededor de 200 kilogramos de alimento diario y beber 250 litros de agua. Su gestación duraba 22 meses y posiblemente llegó a vivir alrededor de 80 años. La especie más representativa de la Era de Hielo vivió en Norteamérica y se extinguió hace 11,000 años.
En el recorrido museográfico se explica que los numerosos lagos y pastizales del centro de México, fueron el hábitat natural de esta especie, donde encontraba suficiente comida y agua para abastecer sus amplias necesidades.