En el marco del programa “Diálogos: Una radiografía fílmica del 68. A 50 años de la noche de Tlatelolco”, la guionista Marcela Fernández Violante consideró que el “movimiento estudiantil de 1968 generó un cambio en la mentalidad de la mujer como del trato de la sociedad hacia esta”.
La egresada de la primera generación del Centro de Estudios Cinematográficos (CUEC) también resaltó que el 68 enseñó que la democracia “también debe ser en la vida privada”.
Al participar en la clausuras de las charlas convocadas, Fernández Violante recalcó que es un “derecho protestar ante el maltrato, porque el abuso y la sumisión femenina en los hogares en décadas pasados era estricto y severo”.
Fernández Violante rememoró su participación en el movimiento estudiantil del 68 como alumna del CUEC, la obra de Manuel González Casanova, precursor del este recinto en la de formación fílmica y como con en su automóvil se rodaron las escenas de los militares ingresando a los espacios de Ciudad Universitaria, que se incluyeron en el documental El Grito, dirigido por Leobardo López Areche.
Respecto a este trabajo cinematográfico expuso que El Grito fue de “toda la comunidad del CUEC, pues Leobardo López solo lo editó”. La decisión de que fue él quien lo dirigirá fue producto de un volado que Manuel González hizo para solucionar la disputa entre Leobardo y Roberto Jaime Sánchez Martínez.
Marcela Fernández fue la secretaria de actas de las asambleas en el CUEC, recinto que en aquellos años estaba fuera de las instalaciones de la UNAM, que funcionó para contrarrestar la manipulación informativa oficial y de los medio masivos de comunicación al enviar fotos y comunicado a las universidades del interior del país sobre la realidad del movimiento.