Otaku en la cultura nipona es una palabra con connotación negativa; sin embargo, en el contexto mexicano y latino es todo un orgullo y este 15 de diciembre se celebra el día mundial del otaku.

Se les llama otakus a las personas que son aficionadas al ánime, manga y en general a la cultura japonesa, pero también, a todas aquellas personas que tienen gustos peculiares que los llevan a cierto grado de obsesión.

La palabra surgió en Japón, cuando en 1983 un comediante llamado Akio Nakamori llamó así a los que eran fans del ánime.

Ser otaku en aquellas tierras no es bien visto. Como muestra de ello existen infinidad de ánimes y mangas que describen a personajes otakus, y cómo viven esta afición de manera clandestina, tal es el caso del manga y ánime Wotakoi: qué difícil es el amor para los otaku (que en México publica editorial Panini) y Oreimo, que aborda la historia de una chica que oculta su afición por el ánime (de editorial Kamite).

En México, el boom del ánime comenzó a inicios de los años 90, cuando se estrenó por televisión abierta Los Caballeros del Zodiaco, en ese entonces la palabra otaku se usaba indiscriminadamente, ahora ser otaku es un estatus. “Es como los gamers, antes eras el rarito, ahora todo mundo quiere ser ‘gamer’, es algo de hasta orgullo. En América Latina ser otaku es un orgullo, es ser parte de una subcultura”, afirma Alexander Garrido Téllez, coleccionista de figuras japonesas.