El poder de desconectarse

El poder de desconectarse

En la era de la información, la tecnología se ha convertido en una herramienta indispensable para la vida diaria. Sin embargo, el uso excesivo de dispositivos electrónicos ha comenzado a generar efectos negativos en la salud mental y emocional de las personas. Expertos en psicología y bienestar coinciden en que el descanso digital puede ser una estrategia efectiva para reducir el estrés y mejorar la calidad de vida.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), pasar demasiado tiempo frente a pantallas puede alterar los patrones de sueño, disminuir la concentración y aumentar los niveles de ansiedad: la exposición constante a redes sociales también puede generar sensación de comparación, aislamiento y fatiga emocional, especialmente entre los jóvenes.

El descanso digital consiste en establecer momentos del día o incluso días completos sin el uso de dispositivos electrónicos; esta práctica permite que el cerebro se relaje y se desconecte del flujo constante de información. Además, ayuda a mejorar la productividad, la comunicación personal y la salud física, al reducir el tiempo sedentario y la tensión visual.

La psicóloga clínica María Fernanda Ríos, especialista en salud digital, explica que “desconectarse de las pantallas no significa alejarse del mundo, sino aprender a usar la tecnología con límites y equilibrio, ya que, al hacerlo, el cerebro recupera su capacidad de concentración y descanso, lo cual impacta directamente en el bienestar general”.

Los beneficios del descanso digital son evidentes: mejora del estado de ánimo, mayor descanso mental y una conexión más auténtica con el entorno. En un mundo donde la tecnología avanza rápidamente, aprender a desconectarse por momentos puede ser una de las claves para mantener el equilibrio entre lo digital y lo humano, de esta forma puede contribuir significativamente al equilibrio y bienestar de las personas.