El secreto de los dragones de Komodo

El secreto de los dragones de Komodo

Los dientes del dragón de Komodo, un carnívoro en peligro de extinción originario de Indonesia, son un espectáculo impresionante. Triangulares, curvos y con un borde serrado similar al de un cuchillo de carne, están perfectamente adaptados para cortar la carne de sus presas. Ahora, un nuevo estudio descubrió otra maravilla de los dientes del dragón de Komodo: están recubiertos de hierro.

Aaron LeBlanc es el científico que lideró la investigación del reptil más grande del mundo. Los paleontólogos están particularmente interesados en los dientes de dragón debido a sus similitudes con los de los dinosaurios, lo que podría aportar información sobre la evolución dental.

Mordida letal

Nunca se había visto hierro en los dientes de los reptiles, lo cual es muy interesante. Los mamíferos roedores, como los castores, las ratas y las musarañas, poseen metal en sus dientes, lo que refuerza su mordida. Sin embargo, los científicos creían que los dientes de los reptiles no tenían adaptaciones especiales para mantener su filo. A diferencia de los mamíferos, los reptiles mudan y desarrollan dientes nuevos a lo largo de su vida, por lo que pueden deshacerse de los dientes desgastados. Los dragones de Komodo también poseen una mordedura venenosa que aturde a su presa antes de desgarrarla con sus afilados dientes y garras. Por lo tanto, la nueva investigación plantea una serie de interrogantes. ¿Existe hierro también en los dientes de otros reptiles? ¿Y en los reptiles antiguos como los dinosaurios? ¿Qué otras adaptaciones dentales existen? Un brillo naranja reveló el hierro oculto en sus dientes.

LeBlanc no se propuso investigar a los dragones de Komodo. Estaba interesado en la dentadura de los dinosaurios carnívoros, pues los dientes reforzados con hierro permiten desgarrar a sus presas con mayor facilidad.

Cualidad ancestral

El dragón de Komodo es un análogo de los dinosaurios, lo que significa que es un animal que todavía vive hoy en día y que comparte rasgos, como dientes largos, curvos y dentados, con animales extintos. Al inspeccionar los dientes de dragón de Komodo de especímenes de museo, notó un patrón: un tinte anaranjado a lo largo de los bordes serrados.

Los reptiles obtienen el hierro de su dieta rica en carne. A medida que observaba más casos, empezó a solicitar la ayuda de otros científicos y conservadores de museos para examinar cráneos de dragón. Resultó que el patrón era constante en todos los ejemplares. 

Al cortar los dientes y someterlos a análisis químicos adicionales, LeBlanc y sus colegas descubrieron que el color naranja de esos dientes de reptil era, en efecto, hierro.

Utilizando microscopios de alta potencia, los investigadores pudieron observar el hierro dentro de una fina capa de esmalte. “Vimos que en realidad es un recubrimiento sobre el esmalte, como la cobertura de un pastel”, señalan. 

Es interesante que las estrías contengan la mayor parte del hierro, lo que sugiere que están reforzadas. Porque son particularmente importantes para desgarrar a las presas.

Grandes descubrimientos

Los autores del estudio también examinaron los dientes de otros varanos, crocodilianos, el grupo que incluye cocodrilos, gaviales, caimanes y aligátores, así como algunos dientes fosilizados de dinosaurios. Estos animales presentaban trazas de hierro en sus dientes.

En el caso de los dinosaurios, es posible que el proceso de fosilización introdujera el metal en sus huesos. Sin embargo, lo más intrigante es que los dientes de los dinosaurios tenían un esmalte grueso y ondulado, según el equipo. 

Los animales también refuerzan sus dientes desarrollando nuevas estructuras de esmalte, uno de los dos tejidos, junto con la dentina, que están presentes en todos los dientes de los animales. Por ejemplo, los mamíferos tienden a tener un esmalte más grueso que los reptiles, y el esmalte puede formar cúspides en los dientes para adaptarse mejor a diferentes dietas.