Uno de los actores más reconocidos dentro de la industria hollywoodense sin duda es Samuel L. Jackson. Su trabajo es reconocido por igual en melodramas que en el cine de superhéroes, pero hay un factor en su vida que lo mantiene en la tierra y en equilibrio: su matrimonio con la actriz LaTanya Richardson. La pareja aparece en la portada de la revista People y en una entrevista compartieron el secreto para permanecer casados a lo largo de 41 años. Se dice fácil, pero toda una vida juntos requiere de un gran compromiso, explican.

La pareja se conoció cuando ambos estudiaban en la universidad y desde ese entonces decidieron que cambiarían el paradigma de las familias afroamericanas que terminan separadas y con diferencias irreconciliables. “Al principio, siempre decíamos que lo más revolucionario que podían hacer los negros era permanecer juntos, criar a sus hijos con el núcleo de tener un padre y una madre, ya que a todos les gusta fingir que esa no es la dinámica de la familia afroamericana, que aquí solo hay niños criados por mujeres, lo cual sabemos que es falso” mencionó la actriz.

Uno de los tragos amargos más difíciles de superar para la pareja fue el problema de adicción que vivió Samuel Jackson a finales de la década de los ochenta y principios de los 90, que lo obligó a realizar una pausa en su carrera y entrar a un programa de rehabilitación. A partir de esa cruda experiencia Jackson ha vivido 30 años alejado del mundo de las drogas, gracias en buena medida al respaldo de su esposa. “Ella me dio la oportunidad de ser el hombre que se suponía que debía ser”, contó.

El secreto de un matrimonio longevo, reconocen ambos actores, es estar unidos en los buenos y malos momentos. “Vamos a permanecer juntos pase lo que pase. Lo resolveremos”, concluyó Richardson.