El triciclo de Toledo vuelve a rodar

El artista plástico Francisco Toledo recorría el centro de la ciudad de Oaxaca para llevar la cultura a las calles. Cortesía
El artista plástico Francisco Toledo recorría el centro de la ciudad de Oaxaca para llevar la cultura a las calles. Cortesía

El 23 de abril de 2015, el artista plástico zapoteco Francisco Toledo recorrió las calles del centro de la ciudad de Oaxaca para vender libros. “A cincuenta pesos, libros a cincuenta pesos”, gritaba el también filántropo originario de Juchitán de Zaragoza, quien quería “llevar la cultura a las calles”.

En ese entonces, el maestro pretendía distribuir la traducción de fábulas de Esopo al zapoteco, edición que encabezó y de la que se imprimieron 10 mil ejemplares. Más tarde, el triciclo rosa que fue conducido por Toledo por todo el centro, fue donado al Taller de Artes Plásticas Rufino Tamayo.

A casi ocho años de distancia y tras tres de ausencia del “oaxaqueño universal”, el particular vehículo ha dejado atrás el encierro y ha vuelto a las calles de la capital para acercar arte y cultura a quien recorre el espacio público.

Enrique Gijón, director del citado espacio que este año cumple 49 desde su creación y en cuyo nacimiento también estuvo involucrado Francisco Toledo, explica que luego de los recorridos del artista juchiteco, el artefacto fue donado al taller.

Pese al valor simbólico del triciclo, con el que Toledo abonó a la promoción de la lectura, este se encontraba guardado y sin uso, por lo que la Secretaría de las Culturas y Artes, que encabeza ahora el lingüista juchiteco Víctor Cata, en coordinación con Enrique Gijón, acordaron rehabilitarlo para acercar la oferta cultural a los sitios públicos. “Si bien el maestro Toledo ocupó este triciclo para obsequiar libros, nosotros queremos continuar la iniciativa impartiendo talleres”, añade.

Gijón coincide con Víctor Cata en la importancia de descentralizar el arte y que esté al alcance de toda la gente. A partir de esa coincidencia surgió la iniciativa para volver a las calles, ahora bajo el nombre de Tamayo Móvil.

Así, desde el pasado 14 de marzo, el vehículo rosado volvió a rodar por las calles de la capital, ahora con la intención de llevar talleres gratuitos a niñas, niños y jóvenes, en parques, mercados y otros sitios públicos. En la primera fase del proyecto, el Tamayo Móvil funcionará los martes y jueves, a partir de las 16 horas.

En su primer día, llegó al mercado Benito Juárez, donde las niñas y niños, en su mayoría, hijas e hijos de los comerciantes, tuvieron acceso a lecturas de cuentos, así como a una clase de pintura, impartida por maestros del taller.

Pero este solo es el inicio, pues el director de este espacio cultural asegura que lo que se busca es diversificar la oferta para el público en general, por lo que más adelante se incluirá una galería itinerante, así como clases de escultura, grabado, dibujo, entre otros.

Asimismo, confía en que, con el tiempo, tengan la oportunidad de aumentar el número de triciclos que ofrecen talleres, mismos que podrían viajar a otras colonias o a municipios cercanos, a donde llegará la oferta cultural.

Sin embargo, no todo se queda en el centro. Para aquellos pueblos alejados de la capital, ofrecen clases de distintas disciplinas artísticas en municipios como Macuilxóchitl de Artigas Carranza, Santa Catarina Juquila, Santa María Atzompa, Trinidad de Viguera, Santa Lucía del Camino, San Sebastián Tutla, Jalapa del Marqués, Santiago Zacatepec, Villa de Zaachila, Yanhuitlán, Santos Reyes Nopala, Villa de Mitla, San Baltazar Chichicapam y Ocotlán de Morelos.