México es un país diverso no solo en el aspecto natural, sino también en el cultural y étnico. Muestra de ello son las más de 60 lenguas autóctonas que se hablan en el país y la variedad de comunidades: indígenas, mestizos, afrodescendientes, judíos o incluso otros colectivos singulares como los mormones y menonitas, por mencionar algunos.
En este caso, hablaremos precisamente sobre los menonitas, asentados principalmente en Chihuahua, donde existe un pequeño, pero particular museo en el que se puede conocer su historia, sus usos y costumbres e incluso probar algunas de las delicias que producen.
¿Cómo es el Museo Menonita?
Además de visitar algunas casas y campos de cultivo donde se venden productos como quesos, galletas y mermeladas, uno de los principales atractivos de la región es el Museo Menonita.
Se trata de la réplica de una casa de madera tradicional de esta comunidad, con grandes campos para cultivar o pastorear y una especie de granero. Es un tipo de arquitectura poco común en México.
El recorrido dura aproximadamente una hora y es guiado principalmente por mujeres menonitas. La primera sala que se visita es una caballeriza donde se exhiben maquinarias y herramientas agrícolas, algunas tan antiguas como las del año 1870 y otras más modernas. Es una muestra de la importancia de la agricultura para la comunidad.
La segunda habitación se divide en dos. Al principio se atraviesa un pasillo que conecta la caballeriza con la casa, el cual está decorado con artículos de la vida diaria, como una bañera y juguetes, entre los que se observan viejas muñecas sin pelo y cara, debido a que los menonitas prevenían la vanidad (considerada un pecado) al elaborarlas así.
En este punto, la guía relata el sistema educativo de la comunidad. Los niños estudian desde los 6 hasta los 14 años. Además, reciben clases de catecismo en los que se aprenden la Biblia completa.
Al cumplir los 14 años, la mayoría se dedica al campo, aunque en el caso de los menonitas liberales (que son minoría), pueden continuar con sus estudios.
Los menonitas mexicanos suelen hablar 3 idiomas: el plódich o alemán bajo, inglés y español. El recorrido sigue en lo que es la recreación del área habitacional. Primero está la cocina (la parte más amplia e importante de la casa), con sencillos muebles de madera, una alacena con víveres y una estufa de leña de 1908; luego hay 4 habitaciones, una para las mujeres, otra para los hombres, la llamada “formal”, donde se reciben visitas para leer la Biblia cada domingo, y la matrimonial, donde duermen el padre y la madre.
En esta parte del recorrido se observan más muebles y ropa tradicional. Por ejemplo, los vestidos cafés son utilizados por mujeres comprometidas, mientras que los negros son los que visten en las bodas.
Por último, se visita un taller doméstico con herramientas antiguas.
Hay una cardadora para lana, lavadoras, motores estacionarios de petróleo, planchas, descremadoras, refrigeradores, moldes y batidoras, utilizadas para elaborar lácteos y en otras actividades.