En julio de 2023, el presidente de la Academia de Artes y Ciencias de la Televisión, Frank Scherma, presentaba con aparente soltura y tranquilidad a los nominados a la 75 edición de los Premios Emmy, aunque en realidad estaba enfrentando el momento más incierto para la Academia que premia a lo mejor de la industria de la televisión estadounidense.

Esa misma noche, los 160 mil miembros del Sindicato de Actores decidieron unirse a los escritores y guionistas en una huelga doble en búsqueda de mejores condiciones de trabajo con los grandes estudios y plataformas streaming. El hecho significó un boicot a la ceremonia de los premios Emmy, que tuvieron que esperar cuatro meses para finalmente realizarse este domingo.

El drama de sus tres series más nominadas: Succession, The last of us y The White Lotus, superó la ficción con el paro de una industria que no se detenía desde 1953, cuando una huelga del Sindicato de Escritores de la Pantalla (SWG) aseguró las primeras regalías de la televisión.

Luego de 118 días y 15 intentos de negociaciones la huelga finalmente terminó el 8 de noviembre con la protección ante la inteligencia artificial y las mejoras en los salarios mínimos, como algunas de las grandes victorias del acuerdo pactado.