En defensa del Centro SCOP
Especialistas lamentaron que el pago de los 800 mdp del seguro obligue a la demolición del complejo, por lo que requirieron más información precisa. Cortesía

Las arquitectas y académicas Esther Muñoz Pérez y María Rocío Rosales Alvar, integrantes de la iniciativa En Defensa del Centro SCOP, expresaron su preocupación por los trabajos realizados en los últimos días en el conjunto artístico de la colonia Narvarte, debido a que se habría iniciado el derribo del cuerpo C, donde se ubica el auditorio, el cual se conservaría, ya que no tenía daños estructurales.

Se había manejado que el auditorio (ubicado en Av. Xola y Universidad) quizá no se demoliera, pero, como no tenemos el estudio estructural de suelo —elaborado por la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT)— que nos diga cuáles son las razones por las cuales se está demoliendo, no podemos ir más allá”, reconoció a Excélsior Muñoz Pérez.

Por esta razón, “pedimos que se nos diga qué es lo que está sucediendo, porque tanto el INBAL como la SICT nos han dado muchas versiones y no nos hablan con claridad”, cuestionó.

Y añadió: “Como ciudadanos, queremos que nos digan qué van a hacer y por qué están tomando esas decisiones, por qué están demoliendo nuestra historia sin existir estudios ni proyecto. Queremos claridad. Obviamente (la SICT) tiene el argumento de la problemática del suelo, pero lo terrible es que se esté haciendo todo esto sin tener el proyecto, tal como lo expresamos en nuestra carta-manifiesto (el pasado 6 de octubre); consideramos que hay mucha opacidad”, advirtió Muñoz Pérez. Por su parte, Rocío Rosales explicó que la agrupación no está en desacuerdo de que se realicen trabajos de demolición, siempre y cuando exista un dictamen estructural que explique las razones.

Por simple lógica, ¿cómo es posible que se empiece a demoler y que hasta después se hagan los estudios?, ¿por qué voy a tirar (edificios) si no se conocen las condiciones para decidir”, expuso. Aunado a esto, Rosales recordó que la agrupación cuenta con ingenieros, arquitectos y urbanistas que no han sido considerados.

En una de las primeras reuniones que tuvimos con la SICT nos comentaron que se rescataría la torre del Centro SCOP para las oficinas de la SICT, y entonces Javier González Garza, enlace de la SICT, nos dijo que ya se habían hecho todos los estudios y que era posible rescatarla.

Le pregunté por qué así como se hicieron los estudios para la Torre no se hacían para saber si el cuerpo C podría quedar en pie, pero nos dijo que hay un seguro de 800 mdp que obliga la demolición total o si no, no se realizará el pago, pero nosotros ponemos sobre la mesa qué significan esos 800 mdp contra el costo total de la obra”, apuntó.

Finalmente, Jesús Vega, también integrante de la iniciativa, reconoció que “es un momento muy crítico”, pese a la declaratoria como monumento artístico, por lo que apelarán a las autoridades hasta dónde sea posible.