Rápidos y furiosos es una de las franquicias más populares y taquilleras del cine de acción. Su más reciente entrega, estrenada en 2023, recaudó más de 704 millones de dólares a nivel internacional.
Sin embargo, a pesar del éxito comercial acumulado a lo largo de los años, la última parte enfrenta serios obstáculos en su producción y los planes del futuro de la saga lucen inciertos.
De acuerdo con The Wall Street Journal, la cinta conocida provisionalmente como Fast X: Parte 2 aún “no tiene un guion aprobado” y carece de una fecha oficial de estreno, en contraste con las declaraciones previas de Vin Diesel.
Uno de los problemas más delicados radica en que el resto del elenco principal todavía no ha firmado contrato, por lo que continúan las negociaciones para asegurar la participación de las estrellas de la saga.
Otro de los grandes obstáculos que enfrenta la producción está relacionado con el aspecto económico. Tras el rendimiento inferior en taquilla de Rápidos y furiosos 10, que apenas generó beneficios, Universal Pictures estaría evaluando recortar el presupuesto de la nueva entrega para minimizar riesgos financieros.
Quieren regresode las carreras
En una revelación que ha conmovido a millones de fans en todo el mundo, el actor que da vida a Dominic Toretto (Vin Diesel) confesó que solo aceptó rodar la undécima y última entrega bajo tres condiciones innegociables, una de las cuales promete ser el homenaje más emotivo de la historia del cine de acción: el regreso de Brian O’Conner.
Tras años de tramas internacionales, misiones imposibles y acrobacias que desafían la física, Vin Diesel ha exigido un retorno a la esencia, a lo que hizo de esta saga un fenómeno cultural. Sus dos primeras condiciones son una carta de amor a los fans.
Una de ellas sería volver a Los Ángeles: La historia regresará a las calles que vieron nacer a Toretto y su familia, honrando el lugar donde todo comenzó.
La segunda sería regresar a las carreras callejeras: La trama abandonará las misiones de espionaje para centrarse de nuevo en lo que siempre fue el corazón de la saga.
Y la tercera condición es la que ha desatado una ola de emoción. Vin Diesel exigió que, para el cierre de la saga, su personaje, Dom Toretto, se reuniera una última vez con su hermano en la ficción, Brian O’Conner.