El productor y director de cine Enrique Olvera, quien se ha dedicado a realizar series de televisión sobre migración y emprendimiento, está en espera de que sus proyectos México Global, Mexicanos en el mundo y Chilangos por el mundo terminen su transmisión en un canal de televisión de Estados Unidos para posteriormente relanzar los programas en plataformas de streaming.
Asimismo, sostiene que se encuentra en la producción de su siguiente trabajo, que lleva por nombre Latinoamérica Global, en el que hablará de importantes personalidades como el director de orquesta venezolano Gustavo Dudamel, que es una clara muestra de lo que él denomina “teoría de la aldea global”, que en este caso consiste en salir de un pequeño pueblo de Venezuela para dirigir la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de su país, recorrer el mundo y llegar a ser el director de la Ópera de París.
A inicios del 2023, Olvera tuvo la fortuna de estar presente en uno de los sucesos más importantes de México al documentar la llegada del presidente de Estado Unidos Joe Biden y del primer ministro de Canadá Justin Trudeau.
También dirigió el documental Humanismo Mexicano, que hace poco se transmitió por el canal Once TV y que actualmente se encuentra disponible en la plataforma de Youtube. Detalla cómo un grupo de mexicanos viajó a Turquía con la finalidad de apoyar en el rescate de personas tras los sismos que sacudieron aquella nación.
Otra de las producciones del chiapaneco es Mexicanos en el mundo, filmada en 30 escenas con una duración de 3 minutos y con la cual tuvo la fortuna de grabar en varios países de Europa, desde el Círculo Polar hasta Lisboa, en la parte baja de Portugal, pasando por España e Italia, entre otros lugares. Se centra en la historia de un mexicano ha dejado su país para buscar sus sueños y así lograr un impacto desde su profesión.
Inspirado en las historias del abuelo
Enrique Olvera es oriundo de Yajalón Chiapas, municipio ubicado en la región Tulijá-Tseltal-Chol de la zona norte del estado. Como la mayoría de las personas que ha retratado en sus programas de televisión, tuvo que emigrar de su tierra natal para comenzar a cumplir sus sueños como realizador audiovisual.
Enrique recuerda que durante sus primeros años de vida fue influenciado por el realismo mágico de los relatos orales que se contaban en Yajalón. Por ello, uno de sus primeros deseos era convertirse en escritor, pero una huelga en la Universidad Autónoma de México en 1999 truncó su sueño.
Sin embargo, el destino tenía preparado el encuentro con lo que sería su vocación. “Tras no poder estudiar Letras Inglesas en la UNAM, estuve acompañando a los amigos de una prima que estaban filmando unos cortometrajes en Guanajuato y ahí fue donde dije ‘esto es lo mío’, y así empecé. Como ya tenía algunas historias escritas, como mi primer cuento que se llamó ‘Pedro’, ya tenía la estructura del lenguaje”, explica.
De esta forma, comenzó a crear historias audiovisuales y obtuvo un premio con su cortometraje Los demonios de Mateo, que trataba sobre un chico que padecía esquizofrenia, ya que en los pueblos existe la creencia de que dicho padecimiento es provocado por el mal agüero.
Poco a poco se fue adentrando en la cinematografía, por lo que tuvo que mudarse a España para seguir estudiando. En Madrid, empezó a trabajar en lo que se convertiría en su opera prima, Astral, la cual fue presentada en diversos espacios del estado de Chiapas. La cinta fue filmada en varios países y en siete idiomas, cuando tenía 23 años de edad.
Luego de un suceso desafortunado que lo hizo volver a Yajalón para cuidar a su madre, comenzó a idear lo que sería el inicio de su gran sueño. “Como había estado en España y había visto series sobre migración que eran muy famosas, pensé ‘por qué no hacer una serie sobre chiapanecos en el mundo’, y fue ahí donde empece a tocar puertas, encontrando cabida en la Universidad Autónoma de Chiapas cuando el rector era Jaime Vals Esponda, además del apoyo de Zoé Robledo y del Consejo Estatal para las Culturas y las Artes de Chiapas”, detalla.
Nadie es profeta en su tierra
Pese que a que Chiapanecos por el mundo se convirtió en una serie famosa, el Sistema Chiapaneco de Radio, Televisión y Cinematografía la transmitió una sola vez. Sin embargo, Canal 22 y Mexicanal de Estados Unidos la adoptaron como suya, realizando y transmitiendo varias temporadas.
Después de cinco años al aire, en 2016, Enrique Olvera comenzó a trabajar en su proyecto México global, sobre emprendedores mexicanos. “Necesitábamos contar y decir que en México hay talento, desde Quintana Roo hasta Tijuana, pero también más allá de las fronteras”, expone.
La temporada más exitosa de esta producción —añade— fue la que se filmó en Europa porque tuvo miles de seguidores y miles de vistas en Canal 22. Luego grabaron a los mexicanos que estaban en Asia, Emiratos Arabes y otros lugares.
Posteriormente empezó con la grabación de Chilangos por el mundo, Europa, una serie de televisión que se dedica a contar la vida de migrantes de la Ciudad de México y cómo han tenido impacto en Europa. Cuenta con 20 capítulos y fue filmada en distintas partes del Viejo Continente.
“Siempre les digo a los chavos ‘crean en ustedes mismos’. Siempre recuerdo la frase que alguna vez me dijo un maestro: ‘Olvera, aprende mucho de la aldea global, no importa si el lugar de donde vienes es grande o pequeño, siempre tienes que llevarlo y hacerlo global’”, refiere.
De igual forma, cuenta que en su hogar siempre estuvo rodeado de literatura y arte, debido a que su padre era una persona muy culta, por lo que él sabía que aunque solo mirara montañas en su natal Yajalón, algún día trascendería más allá de estas.
Las sorpresas que se ha encontrado
La vida le ha regalado varias sorpresas en su largo caminar como cineasta, y una de las mayores fue cuando tuvo la oportunidad de conocer a Alejandro Jodorowsky, a quien considera como uno de los más grandes artistas, al lado de Salvador Dalí, Luis Buñuel y Federico Fellini.
Indica que fue un joven que no contó con el respaldo de un linaje artístico o una gran fortuna, sino alguien a quien le gustaba crear y contar historias. Agrega que ya no hace tantos programas como antes, pues actualmente se dedica a entrevistar a destacadas personalidades, entre las que se cuentan Elisa Carrillo y Alondra de la Parra.
También se ha visto sorprendido con las historias de migración de sus entrevistados, que incluyen aquellos que fueron abandonados por los “coyotes” en la frontera o los que viven en extrema pobreza y sueñan con ser alguien en la vida.
Recuerda en especial cuando visitó una finca y conoció a una niña muy brillante en la escuela, a quien le auguraban un gran éxito. Sin embargo, a su regreso, tres años después, se encontró a la misma niña cortando café y con sus sueños truncados.
“Los sueños hay que perseguirlos, y aunque no es fácil abandonar tu tierra natal e irte a otra ciudad o continente sin saber si lo vas a lograr o no, hay que intentarlo”, asegura Olvera Gutiérrez.
De ver montañas a conocer continentes
Olvera recuerda que de niño, en Yalajón, únicamente podía ver cómo el sol aparecía y se escondía detrás de las montañas, escuchando el canto de los gallos, pero ahora se encuentra trabajando al lado de personalidades como Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores de México, y Andrés Manuel López Obrador, presidente de la República, y esto ha sido después haber recorrido cada rincón del mundo entrevistando a cientos de migrantes.