"Sara Regalado * CP. Ayer comenzaron las posadas, y aunque en las vertiginosas urbes estas celebraciones ya pasan desapercibidas o simplemente se les ha dado un sentido totalmente distinto, en muchos poblados, e incluso en varias colonias de Tuxtla Gutiérrez, se siguen festejando como nos lo transmitieron nuestros antecesores.

Si bien es cierto que estas festividades responden a una tradición meramente católica y hoy en día hay una gama diversa de religiones, las posadas, en su sentido cultural y social, tienen un gran peso por la serie de tradiciones que en ellas se manejan.



Origen de la festividad

Gloria Pinto de Rivadeneyra explica el origen de estas fiestas de la siguiente manera: ""En el tiempo de la colonia se fue extendiendo la costumbre de elaborar los nacimientos (pastorelas) acompanados de 'posadas', las cuales originalmente eran practicadas por monjas, quienes mandaban a diferentes conventos a los santos peregrinos, como visita de un convento a otro. Esta costumbre fue imitada por las familias.

Las peregrinaciones referían el origen de la historia de la vida de José y María de peregrinar pidiendo posada y que al fin eran recibidos en una casa. Así empiezan a agregar a estas peregrinaciones otros elementos como fiestas y alimentos variados según la región"".

Así pues, ajustándose al tiempo de adviento, el cual es una espera y preparación para el nacimiento de Jesucristo, las posadas comienzan el 16 de diciembre, para que de esta fecha al día 24 se completen nueve posadas. Estas fiestas recuerdan el peregrinaje de María y José desde su salida de Nazaret hasta Belén, donde buscan un lugar donde alojarse para esperar el nacimiento del Nino Jesús.

La Iglesia católica, en voz de Monsenor José Luis Mendoza Corzo, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Tuxtla, explica las posadas de esta manera: ""No son litúrgicas, pero las promovemos porque, sobre todo los ninos, tienen la oportunidad de vivir la alegría de la preparación de la Navidad. Es como un novenario en el que se cantan villancicos, se dan golosinas y lo tradicional es que llevan la imagen de San José y la imagen de la Virgen como peregrinos, se pide posada en las casas y la familia que por fin recibe a la peregrinación organiza la siguiente posada"".

Además de la peregrinación, con el tradicional canto de ""pedir posada"", cuando los peregrinos ya están dentro de la casa anfitriona se acostumbra dar comida típica, como tamales y tacos con guisos de la región, y la bebida de la época por excelencia: el ponche. Los ninos reciben ""aguinaldos"" y se rompe la pinata que, siguiendo la costumbre, debe ser una esfera con siete picos, que simbolizan los siete pecados capitales, así, el romper la pinata acompana un sentido de ""romper con los pecados"". También se anaden música y baile para celebrar.

Aunque esta celebración es de origen espanol y se utilizó como herramienta evangelizadora en América, en Espana prácticamente se ha perdido esta tradición; es sobre todo en Latinoamérica donde las posadas siguen siendo una fiesta esperada de final de ano.

"