Cuando en 2005 Erika Buenfil se convirtió en madre del pequeño Nicolás, la vida le cambió en el ámbito personal y el profesional; cuenta que el trabajo en televisión ya no era tan constante, pero gracias a que decidió reinventarse y explorar nuevos caminos con las redes sociales, su carrera tomó un nuevo impulso.
“Principalmente era volver a confiar en ti, porque sí te catalogan, era como si dijeran, esta señora ya no puede, o que a mi edad ya no me puedo subir a una bicicleta o a unos patines, pero mientras esté viva, todo se puede intentar. Fue demostrar que aquí estoy y que puedo salir adelante, gracias a Dios estoy sana y trabajando”, expresa Buenfil.
Con este segundo aire, la actriz estrena Mamá reinventada, película en la que interpreta a Patricia, una viuda que vive en la rutina de su casa y la iglesia porque es lo que se espera de ella, hasta que su hija Marina (Michelle Renaud) la convence de mudarse con ella y con su amiga (Nicolasa Ortiz Monasterio), entonces la vida la vuelve a sorprender y descubre un mundo nuevo.
Para la “reina del Tiktok” no hay mejor personaje para ella que Patricia, porque tienen muchas cosas en común, comenzando por el hecho de atreverse a hacer cosas nuevas y esperar lo mejor de la vida. Para Erika significó dar un paso en el cine y hacer esta historia como protagonista, algo que no sucedía desde 1992 cuando hizo El prófugo.
Afirman que “ya era hora, porque para mí era más fácil inyectarle cosas a un personaje que tenía mucho que ver conmigo. Yo leía y decía: es cine, pero qué bueno que me dieron la oportunidad; cuando me vi anunciada en algunos cines sentí raro, como que es otra persona”.
Erika comenta que nunca había trabajado ni con Michelle Renaud, ni con Nicolasa Ortiz Monasterio, pero hubo buena química y comunicación y el rodaje se volvió algo divertido, incluso hacían lo que fuera por sacar adelante las escenas.
“Me gustaba cómo eran muy relajadas, que no se lo tomaban tan en serio, entonces yo decía: son de las mías. Yo juego todo el tiempo, pero Michelle era como la mamá de las tres, la más seria y formal, y era una dinámica muy padre, cada una con su personalidad trataba de cubrir a la otra, hasta que me fui integrando porque ellas son más jóvenes”, señala.
Lo interesante del guión de Marcos Bucay, dice Nicolasa, es que rompe con esa idea de que las mamás no pueden tener una segunda oportunidad para experimentar cosas nuevas, algo que confirma la propia Erika. “No se acaba la vida (después de los 40 y al ser mamá), y eso pasa con esta película, que esta mujer que ya tuvo a su pareja, a su hijo, puede vivir una vida nueva, refrescante y reinventarse”, indica.