Esposa de Julián Gil lo confronta

Esposa de Julián Gil lo confronta

Valeria Marín, esposa de Julián Gil, se sinceró con el actor, expresándole que, aunque él asevere que ya dejó atrás todo el dolor que le produjo su separación de Matías, el hijo que tuvo con Marjorie de Sousa, ella puede notar que sigue traumatizado por lo que vivió. En Secretos de pareja, la comentarista de deportes le dijo a Gil que se ha convertido en una batalla, tener que vivir en la constante comparación que él hace con respecto a su pasado.

Marín, quien sostiene una relación con el histrión desde hace cinco años, tiene el gran deseo de convertirse en madre, sin embargo, es un plan que han postergado, debido al miedo que Julián tiene que vuelva a pasar una situación parecida a la que vivió con Marjorie. “Quizá, al principio, yo sí quería tener un hijo, pero me fue orillando la situación a no tener comparaciones y, cuando me decías ‘bueno, si tú quieres, hacemos un hijo’. No es una decisión mía, es una decisión de pareja, no voy a ser solo yo la mamá, sino tú también serías el papá”.

A lo largo del tiempo, como confesó Valeria, ha tenido que vivir con los demonios que, para el actor, supuso la separación de su hijo mejor, Matías, a quien no ve, prácticamente, desde que nació. “De mi parte, todos los días tener que batallar con que sepas que yo no soy esa persona (Marjorie)”, señaló.

De ese modo, la conductora le dijo a su esposo, mientras lo veía a los ojos, que ella sabía bien que, aunque él afirmaba ya no vivir los efectos que esa situación lo produjo, la realidad es que nunca lo ha superado. “Había un trauma claro en esa situación y, que por más que dices que hay que fluir y disfrutar, lo sigues cargando; hasta el momento, Juli sigue fingiendo que la situación con la mamá de Mati ya no le duele y que, el miedo a no tener más hijos, no es para porque se los quiten, pero yo sé que sí”, ahondó.

Al escuchar estas palabras, el actor se mostró visiblemente conmovido, pero fue cuando Marín le dijo que la faceta en que mejor se desarrollaba era en la paternidad, lo que produjo que rompiera en llanto.