Erica Salinas Castillo era una adolescente cuando, por sus preferencias sexuales, fue sometida a terapias psicológicas, dolorosas y violentas, que buscaban cambiarle su forma de pensar y sentir.

“Era estarte diciendo constantemente que había algo malo en mí, cuando es algo que no se puede cambiar, es natural. Como puse en algún momento en Twitter, contestándole a estos grupos antiderechos: ustedes juran que a través de la terapia me iban a salvar del infierno, cuando en verdad descubrí lo que era el infierno a través de estas torturas”, dice.

Inspirada en esto, la sonorense filmó Para: Sarah, cortometraje en el que una joven se enamora de una de sus compañeras de un grupo religioso y, al sentirse confundida, busca a orientación en los responsables del mismo grupo, que la someten a una terapia de conversión. En estas terapias, que se denominan Ecosig (Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual y la Identidad de Género), la persona experimenta ataques físicos y emocionales.

“Incluso se puede llegar a violaciones correctivas, que no fue mi caso, pero imaginen que una adolescente, niñas o niños, sean violentados de esa manera, es que estamos en una situación horrorosa, una tortura lo que se está viviendo en este país y que el gobierno está permitiendo”, subraya.

Para: Sarah fue producido por Sociedad Activa, organización cofundada por Salinas Castillo y que promueve los derechos humanos a través del arte y la educación. “Hay que visibilizar el tema, es algo que sucede y lo hemos permitido. Algo que me ha gustado desde que comencé mi proceso de sanación, de aceptarme como persona, de valorarme, de no cuestionarme, fue que comencé a descubrir personas que piensan como yo, siendo mi familia la primera red”, indicó.

Durante la filmación, “era cooperarnos para el ‘catering’ (comida en el rodaje), el maquillaje… Todo ha sido probono, hay buena voluntad y eso me llena de esperanza, saber que estamos avanzando en cuestiones de derechos”, destacó.