Evil West

La última obra de Flying Wild Hog (Shadow Warrior 3, Trek to Yomi) que nos ofrece un juego muy particular con una combinación de temática algo inusual que funciona bastante bien y que, pese a que no va a revolucionar la historia del videojuego, lo que si va a hacer es que pasemos un buen rato agarrando el mando y reventando vampiros, no muertos y humanos por doquier.

Evil West: Oeste y vampiros

A nivel narrativo Evil West combina una ambientación en el Salvaje Oeste durante el siglo XIX con una temática de vampiros, algo que no solemos ver demasiado a menudo en el mundo de los videojuegos y que, sinceramente, pega bastante bien saliéndose un poco de la norma y captando el interés del jugador desde el primer minuto.

Pasando a la historia, vamos a encarnar a un cazador de vampiros llamado Jesse Rentier (que, por cierto, al que os escribe se le da un aire a Arthur Morgan) que pertenece a una institución ultrasecreta que no pasa por su mejor momento y deberá de hacer frente a una gran amenaza para la humanidad en una historia que es cumplidora y que nos va dando la excusa perfecta para ir pegando tiros por ahí a diestro y siniestro pero que, a veces, se cuenta de forma un tanto precipitada o brusca, siendo necesario ir leyendo los documentos que nos vamos encontrando por el camino si realmente queremos empaparnos del mundo de Evil West que es más interesante y profundo de lo que puede parecer en un principio.

Un God of War en el Oeste y con vampiros

A nivel jugable Evil West, de entrada, recuerda a muchos a God of War no solo por apostar por una fórmula hack & slash llena de arenas en la que enfrentarnos a nuestros enemigos utilizando la fuerza bruta y algunas armas, sino también en algunos gestos y animaciones del protagonista que parecen rendir tributo al exclusivo de Playstation como, por ejemplo, la forma en la que Jesse destruye algunos cofres con su puño que es prácticamente idéntica a la de Kratos.

Pasando al meollo del asunto, lo más importante de Evil West es el combate y aquí el instrumento principal de Jessie para derrotar a los vampiros y otras criaturas es el Guantelete Rentier, una poderosa arma cuerpo a cuerpo que permite destrozar a enemigos a golpe de puñetazo combinando la fuerza bruta con la tecnología, ya que tiene varios poderes eléctricos para freír a contrincantes o para permitir abalanzarse hacia ellos o parar sus golpes.

Además, también hay otras armas a disposición como un revólver, un fusil, una escopeta o un lanzallamas que permiten ampliar las posibilidades de ataque, todo ello contando con sus propios árboles de habilidades y mejoras que no podían fallar en un juego del 2022 y que permite personalizar un poco la experiencia del combate a las necesidades.

Un juego que entra muy bien por los ojos

A nivel técnico Evil West es un título al que no le cuesta convencer de que es bueno a nivel visual, de efectos, o texturas, sobre todo cuando hay buena iluminación en las escenas, en zonas claras o diurnas en las que puede lucir todo su potencial mientras que, en las zonas más oscuras, la elección de la iluminación, el brillo o los tonos rojizos hacen que el título no se vea tan nítido como es en realidad, mientras que algunas animaciones sí que cojean y son un poco toscas, sobre todo las que están relacionadas con elementos de los escenarios como, por ejemplo, ver cómo cae una cadena que necesitamos para ascender adornada con una animación a una tasa de imágenes por segundo que se reduce notablemente.

Conclusiones

Evil West es un título que no parece tener una pretensión más allá de la de entretener y hacerte pasar un buen rato y, de hecho, no le hace falta nada más porque consigue lo que quiere durante el alrededor de sus 12 horas de duración en las que lo hemos pasado muy bien repartiendo estopa o que se pasan entre vampiros, humanos y todo tipo de seres, ya sea a golpe de guantelete o utilizando armas.