Un festejo en grande fue el que Carlos Rivera organizó en el Auditorio Nacional, donde no solo festejó su concierto 18 en ese escenario, sino también sus 20 años de carrera y sus 38 años de vida.
El viaje comenzó cuando “el capitán” Carlos Rivera apareció en el escenario y con un “¡buenas noches, Auditorio!” dio la bienvenida a “sus pasajeros”, quienes de inmediato lo ovacionaron y cantaron con él “Un viaje a todas partes”, canción que le da nombre también al tour que lo trajo de vuelta al llamado Coloso de Reforma.
“Qué emoción más grande estar aquí, otra vez en este escenario, en este lugar lleno de ‘riveristas’. Hoy celebramos muchas cosas, mi concierto 18 en este recinto y hoy hace 20 años hice mi aparición en La Academia y sabía que al entrar ahí mi vida iba a cambiar, así que empiece la fiesta y ¡qué viva México!”, expresó.
Esta reunión comenzó con temas de desamor, como “100 años”, “Todavía no te olvido”, “Ya no vives en mí”, y por supuesto “Recuérdame”, con la cual honró a la gente que ya no está, incluidos su papá, José Gonzalo Gilberto Rivera Martínez y su abuelita.
“Quiero un hijo tuyo”, le gritaron desde las butacas y él sonriendo replicó: “Me salen bonitos”. Después retomó la seriedad porque lo que venía era especial para él. “Esta va para todas las abuelas y todas las mujeres que están allá arriba”, expresó mientras señalaba al cielo y las notas de “La luna del cielo” se dejaron escuchar.
Antes de cantar “Sería más fácil”, explicó que escribió esta canción pensando en un rompimiento sentimental, pero cuando la interpretó por primera vez después de la muerte de su padre, comprendió que la vida también puede romper el corazón de alguien.