Exponen obras de Leopoldo Méndez

Exponen obras de Leopoldo MéndezEsta selección permite apreciar la diversidad de su trabajo y la relación con el cine nacional de la época. Cortesía

La exposición “Leopoldo Méndez: de la estampa al mural en movimiento”, que abre mañana en el Museo Nacional de la Estampa (Munae), reivindica la obra de uno de los grabadores más influyentes de México y revela su colaboración, poco conocida, con el cinefotógrafo Gabriel Figueroa (1907-1997).

Durante casi dos décadas, ambos artistas entrelazaron su talento en un diálogo creativo que trasladó los trazos del papel al cine y transformó las estampas de Leopoldo Méndez (1902-1969) en escenas vivas, muchas de ellas concebidas antes de la filmación de los libretos.

La muestra reúne 48 grabados originales, entre linografía, xilografía, litografía y la poco frecuente técnica del cliché-verre, acompañados de 49 fotogramas, siete carteles y documentos personales. Esta selección permite apreciar la diversidad de su trabajo y la relación del mismo con el cine nacional de la época.

Los curadores son Tamara González, historiadora social y responsable de la investigación, David García y Caroline Montenat. González comentó que “Leopoldo Méndez es una de las figuras más olvidadas del arte mexicano. Siempre se habla de los tres grandes muralistas, pero el país es más que pintura; es grabado, es cine, es arte al servicio de las causas sociales. Hoy lo reivindicamos no como una reliquia, sino como un referente que nos habla del México que aún no resuelve sus deudas con los pueblos originarios”.

Colaboración de oro

García subrayó la singularidad de la colaboración con Figueroa: “En la Época de Oro del cine nacional, el cinefotógrafo solía inspirarse en obras existentes para sus encuadres. Con Méndez ocurrió lo contrario: primero recibía el guion, luego concebía las estampas, y de ahí Figueroa tomaba inspiración para planificar ciertas tomas. Los grabados se convirtieron en mapas visuales que antecedieron a la película misma”.

La exposición recorre siete películas claves: Río Escondido (1948), Pueblerina (1949), Un día de vida (1950), El rebozo de Soledad (1952), La rebelión de los colgados (1954), La rosa blanca (1961) y Un Dorado de Pancho Villa (1966).

Cada sección integra grabados, fotogramas y fotos de rodaje, con coincidencias, variaciones y escenas que nunca llegaron a filmarse. Entre las piezas más singulares se encuentran los trabajos en cliché-verre, donde Méndez grabó directamente sobre material fílmico y exploró nuevas fronteras técnicas.

La exhibición incluye un ciclo de cine en La Nana, Laboratorio Urbano de Arte Comprometido, donde se proyectarán algunos de los filmes incluidos. Además, habrá un conversatorio con tres académicos expertos en cine, revolución y muralismo. Ambas actividades se darán a conocer en las redes sociales del Munae.