Después de dirigir obras de Krzysztof Penderecki y Carl Reinecke para el álbum Flute Concertos, el director mexicano y ganador del Grammy Felipe Tristán lleva la batuta de un reto diferente: un homenaje a la llamada “reina del tex-mex”, Selena Quintanilla, junto a la Orquesta Filarmónica de San Antonio y la cantante Isabel Marie Sánchez en el concierto “Selena vive”.

El evento en el Majestic Theatre en San Antonio se enmarca en los 30 años de la muerte de la famosa. Abraham Quintanilla, padre de Selena, ha mencionado que meses antes del trágico deceso, la artista se encontraba en pláticas con la que entonces era la Sinfónica de San Antonio (y que hoy es la Filarmónica) para realizar un concierto, cuenta Felipe Tristán. “Obviamente, sabemos los eventos trágicos que impidieron que se concretara el proyecto”, señaló.

El concierto, continúa, se ha realizado ya en otras ciudades: en Houston antes de la pandemia: “Fue la Houston Symphony la que originalmente mandó a hacer los arreglos. Ellos iniciaron esta primera conversación con la familia Quintanilla. El concierto se llevó a cabo posteriormente con la Filarmónica de Los Ángeles en el Hollywood Bowl, un recinto icónico de California. Ahora, la Filarmónica de San Antonio lo ve no solo como un homenaje, sino como una forma de regresar a la idea original y cerrar un ciclo. Por eso es tan especial para todos, tanto para la Filarmónica como para la familia, continuar lo que empezó hace más de 30 años. Es una forma de volver a una ciudad que le dio tanto a Selena. Aquí es donde prácticamente nació el género de conjunto tejano, que posteriormente se llegó a convertir en Los Dinos, antes de Selena y Los Dinos”.

Debido a que Selena es un ícono de la comunidad chicana, el suceso cobra una importancia particular en medio de la amenaza que el regreso de Donald Trump encarna para la población migrante: “No es ‘per se’ un evento de protesta, pero creo que cien por ciento tiene ese espíritu, considerando el contexto político. La figura de Selena representa a un gran grupo que desafortunadamente está oprimido. Creo que será muy fácil considerar estos conciertos, esta producción, no como un llamado de protesta, pero sí un llamado a que el grupo latino alce la voz y esté más presente que nunca en un estado donde la mayoría es republicana, aunque hay ciertos espacios demócratas”.

Se trata de una gran paradoja, agrega, y, al mismo tiempo, de una oportunidad para celebrar la identidad del tex-mex a través del entretenimiento y la música. “Es parte de la historia de este lugar, es parte de la identidad, de la idiosincrasia y de la cultura”, refiere.