Esta es la historia de más de 40 cadetes que combatieron duramente al ejército estadounidense, durante la batalla de Chapultepec, el 13 de septiembre de 1847, pero nadie los conoce porque no murieron.
Entre ellos se encontraban el escritor José T. Cuéllar; el caricaturista y quien haría los retratos de sus compañeros caídos, Santiago Hernández; y quien dos décadas después serviría al imperio de Maximiliano, Manuel Ramírez de Arellano.
La película Héroes, que se estrena en los cines, los mostrará conviviendo entre sí días y horas antes previo al ataque militar, así como sus reacciones cuando veían a los soldados enemigos trepar por las murallas del colegio y acabar con la vida de sus compañeros. El director Ricardo Arnaiz investigó por meses todos los relatos existentes y elementos adyacentes, como que de ese colegio militar ya no existe casi nada, a excepción de la torre del Alcázar, conocida como El Caballero Alto.
El vestuario y lo que se verá en pantalla es réplica de lo utilizado en esa época, gracias a historiadores que apoyaron al rodaje. Incluso, durante la preparación, se contó en algún momento con la visita del bisnieto de Winfield Scott, general estadounidense en ese entonces. “Nos contó que su bisabuelo se arrepentía, pero que tampoco había mucho qué hacer”, comenta Carlos Morett, de 15 años, que da vida a Ramírez de Arellano.
Como parte de la caracterización, cuenta Matías Gruener, el elenco se iba a un cerro cercano para arrastrarse en la tierra y darle veracidad al vestuario. Su personaje es de los que presencian la muerte de uno de sus compañeros cadetes, cuya identidad se reserva.