Francisco Hinojosa se enfrenta a su migraña
Francisco Hinojosa, escritor mexicano. Cortesía

Francisco Hinojosa (Ciudad de México, 1954) escribió Migraña en racimos para definir el dolor y abrazar las consecuencias de ese bicho que se infiltra en la cabeza y rompe la concentración, para comprender a ese demonio poco explorado por la ciencia que se agolpa en la cabeza y que en algunos casos llega al extremo del suicidio, un dolor que podría requerir el uso de ciertas drogas y para el cual la literatura puede ser parte de la cura, asegura el narrador, a 10 años de que publicara la primera versión de este libro.

“Por eso, ahora que estamos en el momento de discusión del uso de la mariguana con fines médicos y de investigación, creo que es pertinente decir que se debería abrir a más campos, porque finalmente lo que se busca es sanar o curar males tan dañinos y antiguos como la migraña en racimos”, un padecimiento que llega en dosis de entre seis y 12 ataques al día, durante poco más de tres meses.

“La verdad es que hubiera querido no escribir este libro (editado por Almadía) y nunca tener esos dolores”, acepta Hinojosa. “Pero al final éste es la consecuencia de haber padecido esta enfermedad durante 27 años, y la idea de volver a éste fue hacer una reflexión sobre la búsqueda que hice durante todos esos años, primero al no saber absolutamente qué me pasaba hasta ir conociendo a este bicho, a esta bestia, y de encontrar remedios parciales”.

Dice Arnoldo Kraus que la memoria se activa con el dolor. De ahí que esta migraña desencadenara todo un archipiélago de recuerdos y fragmentos mnemotécnicos lo llevaran a la catarsis suficiente para escribir un libro. “La memoria es un tema interesante. Ciertamente había que recordar y regresar atrás en muchos momentos. Tú sabes, hasta equivocarme y después a través de otras personas encontrar lo que realmente pasó en cierto momento en mi vida”, reconoce.

A la par, descubrió que otros autores como Julio Cortázar, Salvador Elizondo y Oliver Sacks se han ocupado de este tema: “También encontré este tema en una pequeña novelita que escribió Antonio Alatorre, llamada La migraña, que retrata un periodo muy breve de su juventud donde habla de la memoria y el dolor con una descripción muy acertada sobre este padecimiento”.