Frozen 2

Frozen 2

En 2013, llegaba a las pantallas de todo el mundo un nuevo clásico Disney: Frozen. La película fue un auténtico pelotazo recaudando casi 1275 millones de dólares convirtiéndose en el filme animado más exitoso de la historia. Se había desatado la “fiebre frozen” y todo el mundo quería abrazar a las hermanas Elsa y Anna.

En Disney, conscientes del diamante que habían encontrado, pronto empezaron a trabajar en una secuela. En el año 2015, lanzaron el cortometraje Frozen fever en el que presenciábamos los efectos que un resfriado causaba en Elsa.

Esta secuela vuelve a contar con el equipo técnico que hizo posible el gran éxito original. Me refiero a Chris Buck y Jennifer Lee en la dirección y a esta última también en el guión. Su trabajo ha mejorado en ciertos aspectos, pero ha decaído en otros.

Desafíos visuales

Con cada año que pasa, los técnicos de animación se superan. En el caso de Frozen y Frozen 2 pasaron 4 años y esto se nota. Si recordamos, en Frozen los personajes, sus animaciones y vestimentas estaban muy bien trabajados. En cambio, los fondos ya no tanto y resultaban demasiado simples en algunas escenas. Ahora esto se ha corregido y todo luce espectacular y a un nivel de detalle impresionante. Como prueba no hay más que ver determinados escenarios, el agua o cómo podemos contar los adornos en el traje de Elsa. Para recrear a la máxima perfección los escenarios del filme, los realizadores viajaron a Noruega, Finlandia e Islandia. Allí no solo observaron lugares, sino que también ahondaron en sus mitos y leyendas.

A nivel de efectos visuales Frozen 2 también es tremendamente espectacular. Esto viene provocado por Elsa y sus poderes. Volviendo nuevamente a la primera entrega, recordemos que Elsa no tenía tantísimo protagonismo como pudiera parecer y esto incidía en que tampoco veíamos muchos efectos de su poder. En cambio, ahora Elsa acapara casi todo el protagonismo y hace un uso constante de sus poderes a plena potencia. Además presenciaremos la fuerza de ciertos poderes elementales. Así pues, a nivel visual, la película sube muchos enteros. También es cierto que Frozen costó 150 millones y Frozen 2 parece haberse ido a los 200… lógicamente esto se nota en pantalla.

Aventura musical

Dejando al margen la animación, el guión y la historia de Jennifer Lee ya no son tan “simples”. Un punto sobresaliente del primer script fue su simpleza y la frescura de sus personajes. En esta segunda parte el libreto repite parte de la estructura original con un nuevo viaje incluido: el viaje al bosque oscuro y a otros lugares. Sin embargo, el nuevo libreto resulta demasiado cargado de elementos complejos para los más pequeños.

Aquí tenemos referencias “chamánicas” y/o “místicas/espirituales” que se unen al propio origen de los poderes de Elsa y a la aparición de la tribu de los Northuldra o a mitos nórdicos como el Nokk. Evidentemente esto rompe con la aparente “simpleza” que presentaba la historia de Frozen.

Por supuesto, no faltan las escenas humorísticas, tiernas y sentimentales. Entre las primeras destaca el recurrente gag de petición de mano de Kristoff a Anna, o las ocurrencias de Olaf. La ternura la siguen despertando las hermanas, la aparición de alguna criaturita de gran poder o el propio Olaf.

Por otro lado, y aun siendo un musical, las canciones se siguen notando abusivas con algunas “puestas por poner”. La más espectacular va, nuevamente, para Elsa. Si en Frozen tenía su famoso “Let it go” aquí se vuelve a lucir con su poderoso “Show yourself”, un tema que guarda cierto parecido en tono, mensaje y sentimiento al citado “Let it go”. La música y letra de las canciones vuelve a ser obra de Kristen Anderson-Lopez y Robert Lopez. Ambos presentan siete temas totalmente inéditos.

Personajes

Elsa (voz de Idina Menzel), es la gran protagonista. Nuestra reina favorita, ya es una mujer plenamente consciente de su poder que no teme a nada ni a nadie. Su liderazgo en el grupo y en Arendelle es incuestionable y muy querido. Por su parte, Anna (Kristen Bell) ha madurado, pero todavía conserva su entusiasmo y viveza. También sigue queriendo mucho a Elsa a la que continúa muy ligada e intentado ayudarla en todo lo que pueda sin importarle el riesgo.

Dejando al margen a las queridas hermanas tenemos a Kristoff (Jonathan Groff), que ahora está totalmente enamorado de Anna y quiere casarse con ella. A su lado tiene a su inseparable reno Sven que lo sigue fielmente. De la “familia Frozen” nos queda Olaf (Josh Gad), que se muestra inocente como un niño preguntando y queriendo saber. Olaf también aporta la sabiduría de la inocencia.

Cabe destacar que en este segundo capítulo aparecerán varios personajes nuevos. Personajes en los que no voy a ahondar para no arruinar la experiencia a nadie. Basta con decir que les prestan su voz artistas del calibre de Sterling K. Brown y Evan Rachel Wood. Finalmente, de la cinta original también volveremos a contar con las voces de Alfred Molina (el rey Agnarr) y Ciarán Hinds (Pabbie, el trol sabio).

La explosividad de la magia de Elsa se ve en formas, figuras y colores nórdicos. Cuando se enfrenta al mar violento pareciera que sus poderes no son suficientes, solo para ver la magia resurgir de una manera insospechada. Las imágenes de Elsa bajo el agua quitan el aliento de lo reales y bellas que son. Como esta del encuentro de Elsa con un Nokk, un espíritu místico de agua que toma la forma de un caballo y usa su poder para proteger los secretos del bosque.

¿Los papás habrán fallecido por el amor que le tenían a sus hijas? ¿Anna y Kristoff se casarán? ¿Las hermanas seguirán viviendo juntas? Estas dos preguntas tendrán su respuesta en la historia. El amor a su pueblo también tiene una importancia mayor. El bosque encantado muestra a las hermanas un mundo ligado a ellas que no conocían, y juntas toman una decisión muy importante en sus vidas para el futuro de sus reinos. Disney lo ha hecho de nuevo, nos ha traído una historia hermosa con visuales fuera de este mundo. Nos ha hecho recordar la historia principal que tanto amamos y nos ha dado otra probadita del mundo de Arendelle y su gente.