Gabriela Cantú hurga en las obsesiones

La poeta se inspira en la tabla periódica de los elementos químicos para estructurar su más reciente obra, El orden del mundo. Cortesía
La poeta se inspira en la tabla periódica de los elementos químicos para estructurar su más reciente obra, El orden del mundo. Cortesía

“En nuestro cuerpo hay 60 elementos de la tabla periódica en mínimas porciones, unos más que otros”, afirma la poeta Gabriela Cantú Westendarp (1972).

Este descubrimiento la hizo entender el mundo desde otra perspectiva y la motivó a acercar la ciencia a la vida cotidiana. “Somos parte de un todo. Tratamos de ordenar lo que nos rodea, porque nos asusta lo que no conocemos. Creemos que controlamos el mundo, pero no es así. Somos unos ilusos en busca de la propia verdad”, comenta en entrevista.

Esta unión de ciencia y poesía dio vida a su libro El orden del mundo (Vaso Roto), ganador del Premio Nacional de Poesía Enriqueta Ochoa 2024, que presentará el 30 de noviembre, a las 12:00 horas, en el stand de Nuevo León de la 39 Feria Internacional del Libro de Guadalajara. “En realidad, la ciencia se desprende de la filosofía. Los antiguos filósofos estaban tratando de responderse quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos. Y eso es lo que trata de responder la ciencia en sus diferentes disciplinas”, explica vía telefónica desde Nuevo León.

“Tomé a la química como una especie de andamiaje para hablar sobre las obsesiones del ser humano. Pero también piso el terreno de la filosofía, de la historia. El libro de pronto es narrativo, de pronto ensayístico; es una especie de híbrido”, explica.

La licenciada en Estudios Internacionales (Universidad de Monterrey) y maestra en Ciencias con Especialidad en Lengua y Literatura y Licenciatura (Universidad Autónoma de Nuevo León) detalla el proceso creativo detrás de su más reciente poemario.

“Primero escribí un poema sobre el agua; y después otro sobre los cuatro elementos naturales de los antiguos griegos: el fuego, la tierra, el aire y el éter, que es la quinta esencia de la que habla Platón. Vi que hay muchos elementos que conforman el mundo y me salté a la tabla periódica química. Me fui elemento por elemento. No están todos en el libro, seleccioné por capricho”, afirma la poeta.