Lo que comenzó desde una cabina de radio para estimular la imaginación de los niños y niñas que escuchaban el programa Radiombligo, se convirtió en un proyecto de vida que luce a largo plazo muy ambicioso, pues a través de su labor intenta fomentar los valores, el hábito de la lectura y la unión familiar.
Desde una de las bancas del parque de la Marimba, en una tarde calurosa de mayo, el cuentacuentos Gerasio Contretas habla de su proyecto llamado La Cajita Mágica de Carlos Díaz Serrano.
“El personaje de Gerasio nace en Radiombligo. El nombre se lo pongo de chiripazo en el año del 2007, y es ahí donde empezó Gerasio Contreras a participar como personaje en los cuentos que don Zopi (Raymundo Zenteno Mijangos) y la Gaviota contaban en las emisiones”, relata el cuentacuentos.
Años después, señala, animado por el mismo “Zopi” empieza su trayectoria como cuentacuentos en solitario, desvinculándose de Radiombligo. Empezó a ir a las escuelas y a eventos privados, como fiestas, por lo que se dio cuenta, junto a su esposa, de que podían plantearse un proyecto de trabajo, y primero se llamaron “Gerasio Contreras y compañía”.
Así, cuando comenzaban la aventura, visitaron Copainalá, Chiapa de Corzo y San Fernando, para darse cuenta de que sí estaba funcionando, y empezaron a meter otros elementos al espectáculo, como títeres, muñecos, utilería y música, para desarrollar un modelo al que llamaron “cuenteatro”.
Explica que en este modelo se involucraron su esposa y su hija, y metieron de lleno títeres, pantomima, elementos de teatro, simples narradores orales y lectura de libros. De este modo lo que hoy se conoce como La Cajita Mágica de Carlos Díaz Serrano.
Desde hace cuatro años, con este proyecto han ido a escuelas, fiestas, casas particulares, albergues y hospitales, y los resultados han sido maravillosos para Gerasio, que desde pequeño ha sido teatrero, cuentero y mitotero.
Recuerda que cuando era chiquito le gustaban mucho Los cuentos del espejo, Sofiando y todos esos programas que implicaban hacer pantomima, circo, maroma y teatro, todo esto aunado a su inclinación por la música.
Con su personaje destaca que ha ido en busca de la perfección, pues piensa que si con su empresa hay que comunicar algo, esto se tiene que hacer bien. Por eso toma cursos que tengan que ver con una mejora de su propuesta.
Pocos cuenta cuentos
En Chiapas son muy contadas las personas que se dedican al oficio de cuentacuentos; estos se pueden contar con los dedos de la mano, y eso no es motivo de alegría para Gerasio.
“Se trata de llevar la palabra. Nuestros abuelos y abuelas, tíos y tías y hasta nuestros padres han llevado una tradición de vivencias a lo largo de la oralidad, que es algo que no se debe perder, y hay muchas formas de contar historias, desde las que se basan en los libros hasta las que son historias de las personas que vemos. Eso es la oralidad, el tesoro de la vida, y son experiencias que nosotros debemos recuperar”, declaró.
Mañana, la segunda parte de esta entrevista.