¿Será que quitar los celulares es el secreto para un buen ambiente? Tobias Forge parece haber encontrado la fórmula. El Palacio de los Deportes estaba lleno de nervios. Todavía flotaba en el aire el recuerdo de la primera noche fallida, pero esta vez no, esta sería la noche. ¡Sí se pudo! Gritaron los fans antes de que arrancara la ceremonia.
No hubo teloneros. El escenario, cubierto por un gran telón negro, mantenía la tensión mientras los asistentes entregaban sus teléfonos en bolsas selladas. Aun así, la creatividad de los devotos fantasmas no faltó: muchos llevaron pulseras de luz que iluminaron la arena y marcaron el inicio de la misa negra más esperada.
En cuanto sonó Peacefield y cayó el telón, el rugido fue ensordecedor. Forge apareció caracterizado como Papa V Perpetua, acompañado por ocho Nameless Ghouls, todos en un escenario monumental de varios niveles.
La escenografía iluminada por una enorme cruz invertida con la “G” de Ghost brillaba como altar, y el público ya estaba de rodillas, figuradamente, ante su Papa.
La producción fue de última generación: tarimas con calaveras y huesos, vitrales que se rompían y reconstruían en pantallas gigantes, fuego y humo envolviendo la atmósfera. Desde lo alto, Papa V saludó en español: “¡Aquí vamos, México!”. Las banderas tricolor ondeaban y hasta se coló una de Colombia.
Un setlist de culto
El setlist avanzó como una liturgia bien medida: “Lachryma”, “Spirit”, “Pinnacle to the Pit” y “Majesty” prendieron al público. En lugar de teléfonos grabando, había miles de manos en alto. Los guitarristas jugaban con la multitud, pidiendo silencio de un lado, gritos del otro, y el eco respondía como si fueran fieles bien ensayados en una iglesia de metal.
Forge saludó en español: “Buenas tardes, México, ¿cómo están?”. El público del frente le preguntó si se encontraba mejor. “Sí, gracias por preguntar”, contestó con una sonrisa. Y luego, la frase que rompió la tensión: “Fui víctima de la maldición de Moctezuma”. El Palacio entero estalló en carcajadas y gritos, mientras la noche continuo.