Henry Lloyd, el protagonista de la nueva novela de Guillermo Arriaga, El hombre (Alfaguara), es "un asesino implacable" y "un manipulador brutal"; pero que se interesa por los demás genuinamente, por lo que la gente lo respeta, lo quiere y le teme. "Nadie sabe de dónde viene Lloyd, ni su esposa ni los investigadores ni sus biógrafos. Nadie tiene idea de quiénes eran sus padres o si tenía hermanos. Es un ser que parece que se construye a sí mismo", explica Arriaga en entrevista.
El narrador y guionista cinematográfico detalla que su personaje central, de quien hablan las seis voces narrativas que cuentan esta historia que se desarrolla a mediados del siglo XIX, es muy hábil para crear lealtades. "Pero es un asesino en la extensión más brutal de la palabra, manda matar niños y mujeres embarazadas", señala.
Este hombre, "que logra forjar a sangre y fuego una inmensa fortuna" es, para el autor, un ejemplo de cómo se edificaron naciones como Estados Unidos: "Varios países fueron particularmente brutales en su construcción durante el siglo XIX, incluyendo a México. Desde las guerras intestinales hasta el exterminio de pueblos originarios. Hubo momentos muy definitorios. Construyeron la civilización sobre terrenos anegados de sangre".
El premio Alfaguara de Novela 2020, quien presentó El hombre, en el Museo Nacional de Antropología, confiesa que esta obra, cuyo tiraje inicial de 15 mil ejemplares se agotó en la preventa, "es el riesgo más grande que he tomado".
Señala que, "aunque Lloyd es ficción, no existió, encarna mucho de lo que sucedió en la relación entre México y Estados Unidos. Me interesaba ver cómo a través de la figura de un hombre podemos ver el desarrollo de los imperios y el capitalismo. Y quizás poder comprendernos. ´El hombre´ quiere ser también una exploración sobre la raza, lo que significa pertenecer a cierta raza y navegar las aguas del racismo. Henry tiene hijos mulatos. Y hay una historia que ocurre en 2024, en la que se ve hacia dónde se fueron ambos, qué pasó con sus familias".
El autor de los guiones de películas como Los tres entierros de Melquiades Estrada, Amores perros, 21 gramos y Babel considera que Estados Unidos tiene, en su fundación, tres pecados originales: la esclavitud, el genocidio de los nativos americanos y el despojo del territorio mexicano.
"Pocas veces se ha hablado de las matanzas entre mexicanos y apaches, también de la guerra de México contra Texas, de la configuración del territorio que ahora es Coahuila y Texas, cómo se gestaron las alianzas y las batallas. Quise hacerlo a ras de suelo", añade.
Indica que la estructura de la obra fue determinada por cada historia: "Cada una empujó para ser contada. Cuando me siento a escribir una novela, primero escucho cuáles son los ritmos, la respiración, las perspectivas necesarias para poder contar la trama".
Arriaga dice que tuvo esta historia en su cabeza desde hace 44 años y, al principio, quería hacer la película, "pero no funcionó, porque es muy complejo. Quizás ahora que ya la escribí pueda adaptarla".
También habla de los migrantes contemporáneos, del uso político y económico que se hace de ellos.