Gutiérrez Alcalá incursiona en el cuento

La obra toma el título de uno de los cuentos, “El enemigo”, que aborda ciertas sombras que persiguen a un hombre. Cortesía
La obra toma el título de uno de los cuentos, “El enemigo”, que aborda ciertas sombras que persiguen a un hombre. Cortesía

La condición humana, la esperanza y la desolación mezclada con toques fantásticos y realistas son el componente principal del libro El enemigo y otros cuentos (Editorial Gato Blanco, 2025), obra que se compone de 31 cuentos de corto formato del escritor y periodista Roberto Gutiérrez Alcalá (Ciudad de México, 1961), quien, tras escribir varios relatos al azar, decidió elaborar más material literario para concluir un libro.

La obra toma el título de uno de los cuentos, “El enemigo”, que aborda ciertas sombras que persiguen a un hombre y que, detalla el autor, es un homenaje al poeta argentino Jorge Luis Borges.

“El enemigo es un cuento de un poco más de una cuartilla; muy pocos hablamos de cuartillas, pero pertenezco a una generación que comenzó a pergeñar sus primeros textos en una máquina de escribir convencional, hoy se habla de caracteres, pero yo aún no me acostumbro a eso”, dice el escritor.

Desde la oscuridad

Los relatos abordan diferentes facetas de la condición humana, desde la esperanza y la felicidad hasta el hastío y la desolación. “La condición humana se caracteriza por ser compleja, contradictoria e incluso terrible. En varios de estos cuentos los personajes se mueven en una atmósfera de incertidumbre, de desolación, de crueldad, incluso de hastío o de desesperanza; todos los hombres y mujeres tenemos una parte luminosa y otra parte oscura, esa es nuestra condición humana”, apunta.

Si bien en el libro hay destellos de luz, la mayoría de los cuentos se guían por el vacío y la tristeza. “Me adentré en la parte oscura. Fue como una expedición a una caverna tenebrosa, con algunos momentos menos terribles, comienza con una sonrisa risueña y poco a poco va evolucionando a este mundo un poco oscuro, tenebroso, cruel”, refiere.

Gutiérrez Alcalá concibe al cuento como una forma de comunicar ideas claras y que obliga al escritor a ser directo y conciso con sus ideas: “El cuento requiere mucho entrenamiento; una frase, una palabra, incluso una coma o un punto mal puestos pueden desbarrancarlo”.