El queso bola, un producto lácteo oriundo de Ocosingo, Chiapas, llevó a Catarino Ramón Trujillo Trujillo, cronista vitalicio del citado municipio de la Selva Lacandona, a abordar el contexto metodológico, cultural e histórico de uno de los alimentos más representativos de esa región.
En la sala principal de la casa de la cultura Luis Alaminos Guerrero de Tuxtla Gutiérrez tuvo lugar la presentación del libro Queso bola de Ocosingo, historia y tradición, cuyo creador estuvo acompañado de los cronistas Roberto Fuentes Cañizales y Jorge Alejandro Sánchez Flores.
En su participación, Roberto Fuentes apuntó que el valor de la obra va más allá de la descripción del queso bola, ya que Ocosingo tiene un problema con su historia, la cual no está determinada. “El autor hace una aportación bastante interesante. Utiliza muy bien la metodología de la historiografía para versar sobre ciertas cosas, donde deja en claro los vacíos sobre la historia de Ocosingo”, indicó.
Sin embargo, añade, el texto está muy bien construido en el aspecto técnico y metodológico sobre la elaboración del queso. Añadió que este producto nació a raíz de abundancia de recursos naturales que hay en la zona, con la intención de conservar los alimentos y evitar la pérdida de la leche.
Añadió que la ganadería llegó con los españoles, debido a que en Mesoamérica este oficio no había sido explotado, por lo que fueron los frailes quienes empezaron con la elaboración de quesos, mantequilla y otros derivados. “El autor registra en este libro la historia tal como ocurrió, tomando en cuenta a la creencia popular sobre lo que se dice y cómo pasó, consultando las fuentes históricas”, destacó.
Por su parte, Jorge Alejandro Sánchez apunta que, desde las primeras páginas, Catarino refiere que Chiapas, por su orografía tan accidentada, sobre todo en siglos pasados en los que no había tantas carreteras como hoy en día, la comunicación entre los municipios era complicada, por lo que un producto perecedero como la leche no podía conservarse durante mucho tiempo, por lo que las personas optaron por convertirla en queso.
En tanto, Catarino Ramón expuso que esta es una obra que representa el sentir, el hablar y la historia de su pueblo, la cual se conformó a partir de diversas entrevistas que realizó a los nietos, sobrinos y demás familiares de don Fidelino Solórzano Trujillo, quien fue el creador del queso bola.