“El prejuicio y la discriminación son dos elementos que existirán siempre porque son inherentes al ser humano”, afirma la escritora anglonigeriana Bernardine Evaristo —quien recibió el Premio Booker junto a la canadiense Margaret Atwood, en 2019 y quien recientemente visitó México para presentar su más reciente libro Manifiesto: sobre cómo no rendirse, un relato contundente que recupera su infancia ensombrecida por el racismo.
“Cuando era niña, en Reino Unido, existió una profunda lucha contra el racismo de las personas negras, pero cuando llegaron personas blancas del este de Europa, de países como Ucrania, Letonia y Estonia –quienes huían del comunismo– la gente (británica) empleó las mismas fórmulas que usaba en contra de los negros: los prejuicios y la discriminación que nunca cambiará. Nadie está totalmente exento de este tipo de pensamiento. Yo creo que es parte del ser humano”, asevera en entrevista.
En su más reciente libro, Bernardine Evaristo describe su rebelión contra la cultura dominante de Gran Bretaña, mientras reflexiona con sabiduría sobre temas como la raza, las clases, el feminismo, la sexualidad, la vejez y la diáspora africana, a partir de un relato que apuesta por la integridad y el optimismo, el ingenio y la tenacidad, un manifiesto para quienes han estado en los márgenes y para quienes quieren dejar su huella en la historia.
Uno de los planteamientos que formula la también autora de Niña, mujer, otras es que el concepto de raza es una ficción. “Yo creo que somos seres humanos idénticos en 99.9 % y nuestras diferencias, que probablemente vienen del medio ambiente, son el 1 % restante”, explica.
“Hablar de razas separadas no tiene sentido. El problema es que la sociedad nos ubica en categorías y por eso hablamos de asiáticos, africanos, blancos, negros o sudamericanos y eso afecta la forma en que nos desenvolvemos y cómo nos trata el mundo. Sin embargo, todos somos iguales, somos lo mismo”, apunta.
¿Cómo le ha ayudado la literatura a incidir en esa idea de raza? Se le cuestiona. “La literatura es una de las formas como podemos explorar, experimentar y contar historias. Creo que es una muy buena forma para entender a la humanidad a través de las diferencias que existen. En mi caso, hablo de mí como escritora negra y británica, es decir, he utilizado mis raíces para explorar lo que significa ser humano y esa experiencia me ha resultado vasta y enriquecedora”, expone.
“La cultura negra es un mundo que está lleno de posibilidades. Por ejemplo, si hablamos del libro con el que gané el Premio Booker fue muy interesante, porque yo no escribo para educar, sino para que se diviertan. Sin embargo, algunas personas me han contado que ese libro les ha aportado nuevos conocimientos a través de mis personajes”, reconoce.
Para Bernardine Evaristo, el hacer ficción es un ejercicio de interrogación de la condición humana. “La literatura nos permite entender cómo es la gente, cuáles son sus motivaciones y los obstáculos que encuentra. Así que me ha enriquecido el escribir ficción. Para ser escritor necesitas ser observador, escuchar y ser curioso respecto del mundo”, apunta la autora, que dio a conocer sus primeros textos hace cuatro décadas.
Además, reconoce que la poesía ha sido un factor determinante: “Cuando empecé a escribir para teatro hace 40 años, también empecé a escribir poesía, después escribí novelas e historias breves y creo que la poesía experimental ha sido una de las maneras que me han permitido contar estos relatos”.
¿Por qué le ha interesado presentarse como una escritora negra? “Porque creo que ese término es importante en una sociedad mayoritariamente blanca. Si viviera en una sociedad negra, el decirlo no importaría. Pero cuando eres una persona de color en Gran Bretaña, con una mayoría de gente blanca y estás en un sistema que te ha marginado, es importante decir dónde estás parada y cuál es el tipo de literatura que estás escribiendo”, refiere.
No obstante, sabe que a algunas personas “no les gusta la etiqueta, porque piensan que es limitante, pero para mí el concepto de ser escritora negra se refiere a que soy una autora que está conectada con una enorme proporción de la humanidad. Hay gente negra en Estados Unidos y en muchas partes del mundo. Incluso, ahora podríamos decir que hay más gente negra que blanca”.