El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) abrió una nueva ventana arqueológica en Tlatelolco. Se trata de los vestigios del Templo de Ehécatl-Quetzalcóatl, una estructura circular descubierta en 2014 y que ahora se puede contemplar desde el estacionamiento de un centro comercial y desde la avenida Ricardo Flores Magón.
El templo circular abre después de trabajos de consolidación y restauración que investigadores del INAH encabezaron en ese espacio subterráneo que quedó adaptado a la nueva Plaza Tlatelolco.
Ahí se podrá ver el vestigio de ese templo de 12 metros de diámetro que refleja tres momentos distintos del crecimiento del recinto ceremonial de Tlatelolco y donde arqueólogos del INAH localizaron 32 entierros humanos, la mayoría de ellos de niños, figurillas representativos de Ehécatl, una ofrenda con figurillas de cerámica sacrificadas, es decir que fueron rotas intencionalmente, así como piezas de lítica prehispánica.
Durante un recorrido por el espacio, Salvador Guilliem, director del Proyecto Tlatelolco 1987-2018, explicó que debajo de ese templo circular se esconde otro de planta bicónica que data del siglo XIV. Ese primer templo, que debió funcionar como un adoratorio que estaba coronado por una escultura de la deidad del Viento, fue cubierto después con la estructura circular que ahora se puede apreciar.
En el espacio adaptado para la visita también se puede apreciar la parte de un templo anexo que posiblemente estaba dedicado a las deidades de Chimalma o Xipe Tótec. Por ahora solo se aprecia una sección de esa estructura, pues el resto está debajo de la avenida Flores Magón.
El arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma refirió que este templo sería el tercero dedicado al dios del Viento que se localiza en Tlatelolco, dos de ellos se encuentran en la parte del sitio arqueológico y el tercero es el que ahora abre sus puertas al público. Señaló que en el centro de la ciudad, en el área que comprendió la antigua Tenochtitlán, también se han encontrado tres templos de ese tipo.
Al inaugurar el espacio, el director del INAH, Diego Prieto, explicó que a pesar de que se trata de un espacio en un centro comercial, su administración y manejo corresponderán al INAH.
El funcionario destacó la colaboración de los inversionistas al permitir que los vestigios quedarán a la vista del público y dijo esto es una muestra de que el pasado prehispánico no está peleado con la modernidad.