Para evitar contratiempos a Limbo, título del filme, se cerró el acceso vehicular y peatonal a una calle a la redonda, además de que se apagó la iluminación pública y de los edificios que rodean la Plaza de la Constitución.
En la escena, el personaje principal camina sobre la calle 16 de Septiembre, cruza la avenida y atraviesa la plancha del Zócalo hasta llegar a la asta bandera y observa a su alrededor. Fuentes de la producción señalan que las contadas tiendas de campaña, pertenecientes a un plantón que se encuentra ahí, tendrían cabida en la película, pues encaja con lo que se cuenta en la historia, que hasta ahora se mantiene en secreto.
Se utilizó una grúa con iluminación potente para simular luz de luna y se echó mano de dos pipas, con 10 mil litros de agua cada una, para mojar la plancha. Además, usaron tres ventiladores para el efecto niebla.