Tras el escándalo que causó el uso de perros en el performance Tragedy, de la artista Nina Beier, en el Museo Tamayo, la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) realizó una investigación de la que resultó un compromiso por parte del Inbal de no usar animales vivos en futuras exposiciones y eventos en ninguno de sus recintos.

De acuerdo con la Procuraduría, el compromiso del Inbal sienta un precedente importante “en términos de impulsar el arte y la cultura de una forma responsable con el bienestar animal en el país”. También indicaron que el Tamayo no contaba con el permiso que emite la Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México para “realizar exposiciones que manejen animales, lo cual constituye una infracción a la Ley de Protección y Bienestar a los Animales de la Ciudad de México”.

Para la investigación era indispensable la revisión de los canes por parte de las autoridades, pero no fue posible al momento, pues el performance había ocurrido días antes. Por esta razón, autoridades del Inbal coordinaron un encuentro de la PAOT con los perros, donde se constató que los cinco que participaron en el obra no tuvieran signos de estrés ni lesiones.

La PAOT explica que la directora del recinto, Magali Arriola, les detalló que los perros contaron con platos con agua, el entrenador los “asistió” para subir a los tapetes de la instalación donde se recostaron y quedaron “en la posibilidad de moverse y bajarse de los tapetes en el momento que los canes así lo decidieran”.