Mientras los editores tienen reservas ante la idea presidencial de fusionar el Instituto Nacional del Derecho de Autor (Indautor) con el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) porque temen prive la mercantilización de los registros de derecho de autor, que dicen es un derecho humano, el abogado Roberto Arochi, especialista en propiedad intelectual, dijo que la propiedad industrial también es un derecho humano y que la fusión es el mejor camino.
“Me encantaría que hubiese un Indautor potente, pero lo que veo es que cada vez le están mermando su presupuesto y creo yo que antes de que se lo bajen más, mejor hay que fortalecer la dirección de derecho de autor en el IMPI, donde se puede beneficiar del presupuesto y todo lo que se ha desarrollado en tantos años”, señaló Arochi, durante la segunda sesión “Desafíos de un cambio: Imaginando el futuro. La fusión IMPI-Indautor, un cambio de paradigma”.
El presidente de la Comisión de Propiedad Intelectual de la Concamin, dijo que mientras en 2020 el IMPI tuvo un presupuesto de 3 mil millones de pesos, en Indautor ha decrecido su presupuesto, y este año tiene 70 millones de pesos, 6 millones menos que en 2020, “tengo miedo de que el Indautor acabe siendo simplemente un registro público”.
En el encuentro en el que también participó el editor José Ignacio Echeverría, quien dijo estar en contra de la fusión porque asegura que Indautor tiene un equipo muy especializado que se puede perder y por las altas tarifas del IMPI, el editor peruano Germán Coronado habló de la mala experiencia que en Perú ha sido el instituto que agrupa derecho de autor y propiedad industrial porque no es autónomo, tiene pocos recursos, infinidad de tareas y poco personal.
La abogada Quetzalli de la Concha dijo que “ya es fundamental que se haga un aviso oficial” si el presidente de México promueve la fusión.