La Unesco inscribió un total de 19 sitios culturales, 5 naturales y 1 mixto, para llegar a la cifra de 1 mil 223, en 168 países. Estos lugares destacan por su gran valor natural e histórico y varios se encuentran en India, Rusia, Japón y Tailandia. La decisión se tomó el 1 de agosto en Nueva Delhi, durante la 46ª sesión del Comité del Patrimonio Mundial.
Sitios declarados Patrimonio Mundial
Eje Central de Pekín, China: es un complejo creado en 1271 que se encuentra en la capital de China. Incluye jardines, antiguos palacios imperiales, estructuras rituales y edificios ceremoniales y públicos. El Eje Central se estableció durante la dinastía Yuan (1271-1368), además de incluir estructuras posteriores construidas durante la dinastía Ming (1368-1644) y más tarde desarrolladas por la dinastía Qing (1636-1912).
Por otra parte, el sistema de túmulos funerarios de la dinastía Ahom, en la India, cuenta con la necrópolis real de Tai-Ahom, que se encuentra al pie de la cordillera de Patkai, en el este de Assam. Refleja una geografía sagrada, esculpida mediante la creación de modaims (túmulos funerarios) que destacan la topografía natural de colinas, bosques y cursos de agua. Además, alberga 90 modaims de distintos tamaños que guardan los restos de reyes y otros miembros de la familia real.
La Via Appia de Italia tiene más de 800 kilómetros de longitud y es la más antigua de las calzadas monumentales construidas por los romanos. Cuenta con una amplia gama de estructuras como arcos de triunfo, termas, anfiteatros, basílicas, acueductos, canales, puentes y fuentes públicas.
El Parque Nacional del Lago Kenozero, en Rusia, tiene asentamientos rurales con estructuras tradicionales de madera. Las iglesias y otros edificios religiosos son los principales lugares sociales, culturales y visuales de la zona. Las Fronteras del Imperio Romano en Dacia, Rumanía, cuentan con 277 elementos y representan la frontera terrestre más larga y compleja de una antigua provincia romana en Europa y estuvo en funcionamiento entre los años 106 y 271 d. C.
Melka Kunture y Balchit, en Etiopía, tiene yacimientos prehistóricos que conservan hallazgos paleontológicos y arqueológicos, se encuentran situados a unos 2 mil y 2 mil 200 metros de altitud. Incluye los complejos Oldowano, Alchelense, Paleolítico Medio y Paleolítico Tardío.
La Corte Real de Tiébélé, en Burkina Faso, es un complejo de tierra y fue creado en el siglo XVI, la corte real está rodeada por una muralla y está compuesta por edificios en sectores diferentes que, a su vez, están separados por muros y pasadizos que conducen a lugares ceremoniales que están fuera de complejo.
El Parque Histórico Phu Phra Bat, en Tailandia, conserva la mayor colección del mundo de piedras Sima del periodo Dvaravati (siglos VII-XI d. C.), la instalación extensiva de estas piedras y la modificación de los abrigos rocosos hicieron que el paisaje natural se transformara en un centro religioso.
La Mina de oro de Sado, Japón, se caracteriza por dos cadenas montañosas paralelas separadas por la llanura aluvial de Kuninaka, estos yacimientos se formaron por el levantamiento de aguas hidrotermales y los movimientos tectónicos subsiguientes.