Jackie Chan, un padre con sed de venganza

Es casi un subgénero en sí mismo, y uno en el que toda estrella de acción parece destinada a terminar al llegar a determinado punto de su carrera: películas en las que el héroe es un hombre de mediana edad que lleva una vida apacible y familiar, pero que por algún hecho específico —una tragedia o un crimen usualmente, con su familia como víctima— debe volver a la acción; se revela entonces que en su pasado estaba vinculado a lo militar, policial o criminal, que está altamente entrenado y que es un badass implacable.

Con pequeñas variaciones, los ejemplos van desde Arnold Schwarzenegger en Commando (1985) y Clint Eastwood en Unforgiven (1992) —o incluso en Gran Torino (2008)—, pasando por Viggo Mortensen en Una historia violenta (2005) y Jason Statham en Homefront (2013), hasta Liam Neeson en Taken (2008) y Keanu Reeves en John Wick (2014).

Ahora le tocó el turno a Jackie Chan, con la película The Foreigner, El extranjero. En esta cinta, Jackie Chan es un hombre de procedencia china que vive en Londres con su hija. Lo dicho: lleva una vida tranquila y familiar, y conduce su propio negocio, un restaurante.

Pero un ataque terrorista mata a su hija, y el hombre deberá reclamar justicia. O empezar por eso. La justicia por los carriles oficiales y legítimos parece ser un asunto complicado, con espurios intereses políticos y sospechosas figuras gubernamentales, entre las que se encuentra un funcionario interpretado por Pierce Brosnan, en el medio. Los encargados de identificar y castigar a los terroristas podrían no estar del todo interesados en esto.

Así que el reclamo de justicia se convertirá en sed de venganza. Venganza que, inevitablemente, será violenta y sangrienta. Todo su pasado militar y bélico volverá para encontrarse con Jackie Chan.

La película es dirigida por el neozelandés Martin Campbell, que tiene dos películas de Bond en su filmografía, Golden Eye (1995), con Pierce Brosnan, y el reboot Casino Royale (2006) con Daniel Craig. Esta es su primera película después de seis años: su último trabajo fue la adaptación de Green Lantern (2011), lo que podría explicar este retiro temporario.