Jean-Michel Basquiat, en gran formato
Taschen lanzó un libro de 500 páginas con reproducciones de las obras más destacadas del pintor neoyorquino. Cortesía

Quinientas páginas llenas de las pinturas y los complejos signos y garabatos de Jean-Michel Basquiat (1960-1988) conforman el libro tamaño XL que acaba de editar Taschen con las reproducciones de las obras más destacadas del que es un símbolo de Nueva York de los años 80 y leyenda de la historia del arte.

Brillante Basquiat es una monografía de 29x39.5 cm. con reproducciones, de las obras más destacadas del pintor, acompañadas de textos del editor Hans Werner Holzwarth y de la comisaria e historiadora de Arte Eleanor Nairne. “No pienso en el arte cuando trabajo. Intento pensar en la vida”, decía el artista, que en cada pincelada ponía energía y concentración inauditas y convirtió cada lienzo, por alguno de los cuales se ha llegado a pagar más de 100 millones de dólares, en una explosión de furor juvenil, subraya Holzwarth en su texto.

La opresión, el capitalismo, el consumismo o lo que sucedía en la calle son los temas recurrentes de las obras de Basquiat, que pintó cerca de mil lienzos en su carrera, cortada abruptamente por una sobredosis hace ahora 30 años. Fascinó a la crítica a pesar de que su trabajo discurría en lo marginal, con una salvaje e inédita fuerza expresiva, y entró por derecho propio en el club de los diez artistas contemporáneos más cotizados del mundo, inspirándose en los grafiti que veía en su barrio: el Bronx.

Signos, contraseñas, textos crípticos cargados de simbología con figuras infantiles de tamaños desproporcionados remiten a ese arte callejero de los cuadros que Basquiat pintaba rápida y directamente mientras escuchaba bebop y hip hop con el televisor encendido. Aparentemente sin filtro, dice Holzwarth, encajaba todo lo que le llamaba la atención en sus pinturas e integraba en ellas elementos como marcos de puerta, ventanas o restos de un frigorífico que encontraba en la calle para hablar de “realeza, heroísmo y calle”.