Juan Carlos se ha consolidado como actor gracias a los trabajos que ha realizado en televisión, series y teatro durante más de cuatro décadas, profesión que ha llenado todos los aspectos de su vida, por lo que asegura que no tener pareja o hijos no ha sido impedimento para ser feliz.

“Me hubiera gustado tener un hijo pero cuando conocí a mi señora (Silvia Derbez, quien falleció en 2002), con quien tuve una relación de 19 años, ella ‘ya había cerrado la fábrica’ y cuando estábamos pensando en adoptar uno, porque hay tantos chavitos que no tienen hogar, nos dimos cuenta que esa parte estaba cubierta”, señala Barreto.

El actor de telenovelas como El hotel de los secretos, La usurpadora y La herencia, comenta que la experiencia de la crianza la tuvo cuando se vio en la necesidad de hacerse cargo de sus cinco hermanos menores, porque su padre se fue de casa cuando él era muy joven y su madre se había quedado sola con seis hijos, por lo que tuvo que salir a trabajar.

“De hecho, la imagen paterna de mis hermanos soy yo, entonces sé lo que es ser un hijo y sé lo que es ser un padre, no de sangre en este caso porque no tengo un hijo que yo haya concebido con una mujer, pero ellos de alguna manera son como una especie de hijos, ellos me ven así, el Día del Padre me felicitan, o me felicitaban porque algunos ya partieron, pero la realidad es que esa parte nunca me ha hecho ruido, nunca me ha inquietado, yo estoy bien en ese sentido”, contó.

Actualmente, Barreto aborda esta experiencia en la puesta en escena Mirando al sol, donde él, al lado de Roberto Beck, abordan el encuentro de un padre y un hijo, que después de estar un tiempo distanciados tienen que verse de nuevo porque el primero ha decidido pedir la eutanasia, pero antes de eso necesita sanar muchas cosas con su hijo en el poco tiempo que le queda. “Es una obra que habla sobre el amor, sobre la vida, sobre la muerte, pero sobre todo sobre el amor filial, sobre el amor de un padre y un hijo”, abunda.

Además, explica que ya había trabajado con Cristian Magaloni en otra puesta en escena y que mientras ensayaban esta puesta en escena él le pidió que leyera el libreto de Mirando al sol. Cuando lo hizo le pareció un texto bien escrito, profundamente conmovedor y con un personaje entrañable como lo es el padre.

“Procuro todos los años hacer mínimo una obra de teatro. Por eso me pareció una oportunidad excelente para recuperar a ese actor que de repente se pierde haciendo cosas que no tienen tanto rigor como lo tiene el teatro”, refirió.