Julianne Moore es una gran protectora

Julianne Moore es una gran protectora

En una granja perdida entre las colinas del sur de Pensilvania, una madre y una hija tratan de ocultar un crimen, mientras luchan con la culpa y su deseo de redención.

Esa es la premisa de Echo Valley, la nueva película de suspenso dirigida por Michael Pearce y escrita por Brad Ingelsby, donde Julianne Moore interpreta a Kate Garrett, una mujer que intenta rehacer su vida, hasta que su hija Claire (Sydney Sweeney) regresa una noche con sangre en la ropa y un secreto en el maletero del coche.

Tras perder a su esposo en un accidente ecuestre y ver cómo su hija cae una y otra vez en las drogas, Kate se enfrenta a una decisión que cambiará su destino: encubrir un asesinato —o eso cree— para proteger a Claire. “Aunque mi vida no es un ‘thriller’, entiendo el amor profundo por los hijos, ese deseo de que estén bien, y se sientan seguros, y ese momento difícil cuando crecen y salen al mundo, y ya no puedes controlarlo todo”, dice la actriz.

La película, que tuvo un estreno limitado en cines antes de llegar a Apple TV Plus, transcurre entre establos, lagos fríos y el bosque.

El conflicto entre madre e hija nunca desaparece; Julianne interpreta a una madre que hace todo con tal de proteger a su hija.

En busca de respuestas

“El guión está pensado para que el espectador se pregunte: ‘¿hice demasiado por mi hijo? ¿Lo ayudé o, sin querer, lo hundí? ¿Estoy moralmente comprometida?’. No hay una respuesta definitiva, y eso me parece admirable. El final no da un juicio, deja todo abierto para que el público lo interprete, eso lo hace más humano y real”, reflexiona la actriz. “Sydney y yo entendimos la intensidad de ese vínculo madre-hija. Es un lazo elástico, resistente a todo tipo de tensiones, hasta que no pueda más”, precisó.