Kristina Joksimovic, nacida en Binningen y con raíces serbias, era una modelo y exparticipante de Miss Suiza que fue asesinada por su propio esposo y padre de sus dos hijas el pasado mes de febrero tras una discusión. El hombre, llamado Thomas, además de matarla intentó por todos los medios esconder su cuerpo para que no fuera descubierto.

Kristina se convirtió en finalista del concurso de Miss Suiza en 2008; tras consolidar una carrera como modelo, decidió retirarse y montar una agencia de consultoría y coaching, donde, de acuerdo con la revista People, ayudaba a modelos y mujeres empresarias.

El diario británico Daily Mail reportó la espeluznante historia en la que el asesino, de 41 años, confesó haber matado a su esposa, de 38, alegando defensa propia, lo cual quedó desechado tras las pruebas pertinentes presentadas por las autoridades.

Este 11 de septiembre, el Tribunal Federal de Lausana le negó a Thomas su recurso de liberación; según investigaciones, el asesino estranguló a su esposa para luego desmembrar su cuerpo utilizando herramientas como una sierra eléctrica y tijeras de podar, en el sótano de su casa. Además, intentó triturar los restos en una licuadora y disolverlos en una solución química.

¿Qué dicen los informes médicos-forenses?

Gracias a los informes se pudo descartar la primera versión de los hechos en la que Thomas aseguraba que se defendió luego de que su esposa lo atacó con un cuchillo.

De acuerdo con una evaluación psiquiátrica, Thomas, de profesión empresario, mostró un “nivel notoriamente alto de energía criminal, una falta de empatía y sangre fría después de matar a su esposa”. El acusado presenta “rasgos sádicos-sociopáticos”, lo cual, apunta a la existencia de

“indicios concretos de enfermedad mental”.

Las autoridades han remarcado la naturaleza calculadora de sus acciones y su intento deliberado por deshacerse del cuerpo.