Lo que hace brillante al cine y la televisión, considera el actor Ewan Mitchell, es que llevan al público a hacerse preguntas que no necesariamente se quisieran hacer. “El cine y la TV pueden actuar como un podio o una plataforma e iluminar los problemas”, reflexiona el inglés en entrevista.

Él considera que un ejemplo de ello puede ser La Casa del Dragón, serie que este domingo estrena su segunda temporada por la plataforma Max, y en la que, así como en su antecesora, las guerras y la violencia seguirán presentes.

Sin embargo, para su compañero Tom Glynn-Carney, aunque los conflictos entre distintos reinos presentes en la ficción puedan ser un espejo de la realidad (con el extra de tener dragones), más que una reflexión, buscan ser un escape.

“Podemos identificarnos con todas las cosas que suceden en este momento, como la tragedia de la guerra que se está desatando en algunos lugares del mundo. Definitivamente son cosas que se pueden aprovechar de eso, que suceden en la vida real”, opina.