La conexión humana es muy frágil

La conexión humana es muy frágil

¿Qué ocurre cuando una mujer al frente de una corporación farmacéutica es secuestrada y rapada por alguien que, alimentado por ideas falsas en la web, cree que ella no es humana? “Bueno, ¿y cómo saben que yo no soy una alienígena?”, reviró Emma Stone durante la presentación de Bugonia en el Festival de Venecia, el pasado 28 de agosto.

La broma de la actriz ganadora del Óscar generó risas, pero lo cierto es que la nueva película de Yorgos Lanthimos, que ella protagoniza, toma ese punto de partida extremo para hablar de algo actual.

El filme del griego critica, sin aleccionar, la facilidad con la que la paranoia digital y la desinformación pueden hacer que cualquier teoría hoy en día parezca real. “La humanidad se acerca a un ajuste de cuentas: con la tecnología, con la IA, con las guerras… y con lo insensibles que nos hemos vuelto ante todo ello”, afirmó el director de Pobres criaturas (2023).

Su reflexión no apuntaba a un futuro hipotético, sino a este presente saturado de desinformación en el que convivimos con muchas ideas sin asombrarnos de ellas. Yorgos insistió en que su filme, que estrena el 4 de diciembre, no pretende dar discursos. Más bien, mostrar lo inquietante que resulta reconocer elementos de nuestra realidad en una trama que, en apariencia, roza lo absurdo. “Buena parte de la distopía de esta película no es realmente ficción”, afirmó el director griego.

Premisa simple y perturbadora

Stone da vida a Michelle, una ejecutiva secuestrada por un hombre (Jesse Plemons) convencido de que ella no es humana sino una infiltrada en la Tierra.

Ese punto de partida, que podría parecer disparatado, funciona como una puerta de entrada a la forma en que hoy se consolidan las teorías conspirativas, cómo circulan sin filtro y cómo encuentran adherencia en un ecosistema donde todo puede parecer posible. “Estamos en un mundo donde las percepciones se distorsionan, las certezas se fragmentan y la conexión humana parece ya más frágil que nunca”, dijo la actriz en entrevista.

Stone, quien también funge como productora, explicó que la historia, un remake del filme surcoreano Save the green planet!, ha ganado fuerza con el tiempo, algo que tomó por sorpresa tanto a ella como al realizador. “Incluso desde que hicimos la película han seguido pasando tantas cosas… ¡Todo se ha vuelto aún más inquietante!”, comentó.

Lanthimos coincidió en que el impacto temático se ha fortalecido con el tiempo, pero subrayó que la intención nunca fue plantear un mensaje de manera frontal, sino construir un espejo en el que el espectador pudiera reconocerse.

Esto, explicó el cineasta sentado junto a la famosa, porque aquello que parecía solo ficción terminó siendo como una realidad ante la que todos, sin importar postura política, deberían estar alerta. “La reflexión entra por la puerta de atrás. No es un sermón. Queríamos poner a dos personas que están en extremos completamente opuestos dentro de la misma habitación y ver qué pasa”, dijo.

Para la actriz, lo más interesante de la cinta es que coloca al espectador frente a una dinámica diaria que ya reconoce, aunque no quiera admitirlo.