La nueva y constante migración china, la globalización, el intercambio de mercancías e ideas y los recuerdos y vivencias de tres generaciones de personas que han vivido en diversas ciudades, que no puede dejar afuera la violencia, son los temas sobre los que invita a reflexionar la muestra colectiva “La historia de un mercader”, que se inauguró en la galería Kurimanzutto.

Curada por las especialistas chinas X Zhu-Nowell y Chao Jiaxing, la exposición “entrelaza narrativas personales, crónicas de viajes, artefactos históricos, nuevas obras comisionadas, personajes ficticios e intervenciones arquitectónicas”.

Así lo explicaron las investigadoras durante un recorrido por las tres salas que reúnen creaciones de 21 artistas y colectivos, entre los que destacan los mexicanos Damián Ortega, Dr. Lakra, Gabriel Orozco, Miguel Covarrubias y Minerva Cuevas, cuya obra propone “un diálogo multidisciplinario”.

Tomando inspiración de una conferencia celebrada en Kingston, Jamaica, en 2022, coorganizada por X Zhu-Nowell y la artista y escritora Kandis Williams, esta exhibición busca establecer un lenguaje compartido que desafíe las ideas preconcebidas al explorar lo que Lisa Lowe denomina “la intimidad de cuatro continentes”.

“Al examinar las historias entrelazadas de los obreros y la violencia colonial en Asia, el Caribe y las Américas, a través de las trayectorias de vida de los comerciantes chinos, la exposición ilumina las experiencias compartidas de la diáspora china en distintas regiones”, señaló Zhu-Nowell, quien recordó que el intercambio entre ambos continentes se remonta a 1565, con el navío comercial la Nao de China.

Utilizando al personaje ficticio del comerciante chino, SHUI Ma, como herramienta hermenéutica, la muestra “traza una nueva cartografía de geografías complejas, explorando reinos de fantasía, memoria, conspiración y recuerdo”, agrega Chao Jiaxing.

La propuesta curatorial arroja luz sobre paisajes diversos, desde el histórico mercado de Tepito en la Ciudad de México y Chinatown en San Francisco (California), hasta Barry Street en Kingston y Yiwu en China. De hecho, un mercado simbólico, donde cohabitan obras inspiradas en múltiples experiencias, recibe al espectador. Una especie de cortina con el letrero “abrir la tienda”, en caligrafía china, invita a conocer las historias individuales que integran la Historia con mayúscula.

Zhu-Nowell detalló que este proyecto, que permite conocer el arte contemporáneo del país asiático, nació hace un año en la Ciudad de México: “No es algo académico ni cerrado. La invitación a reflexionar está abierta. Debemos pensar cómo conectar mejor a Asia con América Latina. Pero conectarnos a nivel de ideales, que haya más cercanía, porque hoy hay migrantes chinos por todos lados. Necesitamos fabular juntos. Hablar de este proceso”.

En la primera sala destaca una obra de gran formato integrada por fotografías que evidencian montañas nevadas, bosques y vistas del cuerpo humano que, a final de cuentas, también son paisajes; además de una pieza que se extiende en el piso, compuesta por decenas de fragmentos, donde están representados el campo, el bosque y la granja.

La segunda y la tercera salas evocan la casa del personaje ficticio SHUI Ma, donde el comedor, el escritorio y la cama están rodeados por esculturas, pinturas, dibujos y un video, en el que se escucha una cantante de ópera, de creadores diferentes.