Es un cuento de hadas del escritor y poeta danés Hans Christian Andersen, famoso por sus cuentos para niños. Es el octavo cuento de la colección de Andersen, escrito originalmente como un ballet y fue originalmente publicado el 7 de abril de 1837.
La sirenita vive en un reino acuático con su padre, el rey del mar, su abuela paterna y sus cinco hermanas mayores, cada una nacida con un año de diferencia. Cuando una sirena cumple 15 años, se le permite subir a mirar el mundo de la superficie. Así, cuando cada una de las hermanas va alcanzado la edad suficiente, hacen una visita a la superficie.
Al llegar el turno de la sirenita, se aventura hacia la superficie y ve un barco con un apuesto príncipe; se enamora perdidamente de él. De repente, se desata una tormenta y la sirena salva al príncipe de morir ahogado en el mar. Luego lo lleva a la orilla de un país vecino y lo acerca, aún inconsciente, a los jardines de un templo; lo acompaña hasta que una joven y sus compañeras se acercan. El príncipe nunca llega a ver a la sirenita y ni siquiera llega a saber que fue su verdadera salvadora del naufragio.
Ella pregunta a su abuela si los humanos pueden vivir por siempre si es que no se ahogan. La abuela le explica que los humanos tienen un tiempo de vida mucho más corto que los 300 años que tienen las sirenas, pero que cuando las sirenas mueren se convierten en espuma de mar y dejan de existir, mientras que los humanos tienen un alma eterna con la que continúan existiendo en el Cielo.
La sirenita, anhelando el amor del príncipe y tener un alma eterna para vivir en el Cielo, visita a la Bruja del Mar, quien le vende una poción que le da piernas, a cambio de su voz, ya que ella tenía la voz más hermosa del mundo. En cambio, la bruja le advierte que una vez que se convierta en humana, nunca podrá volver al mar, beber la pócima le hará sentir como si una espada la está atravesando pero cuando se recuperara ella tendría dos hermosas piernas y será capaz de bailar como ningún ser humano lo ha logrado jamás.