La tortura a través de nuestra historia

"Verónica Huesca * CP. En medio de la expectación y la sorpresa ante el sufrimiento y el dolor que es capaz de ejercer el propio hombre a través de su inventiva, fue inaugurada la exposición ""Instrumentos e imágenes. La tortura a través de los siglos"", en el Corredor del Arte Tarumba, ubicado a un costado del Centro Cultural de Chiapas ""Jaime Sabines"".

En el marco del Día Internacional de la Mujer, la muestra es una colección de 55 piezas que se usaban para infligir a los seres humanos, pero quienes principalmente padecía el castigo eran las mujeres. Los objetos pertenecen a los siglos XVI al XXI, y también hay 30 imágenes donde se muestra cómo se ejercía la tortura.

La exhibición itinerante ha sido vista por cientos de personas a lo largo y ancho del país.

Así, en este recorrido podemos ser partícipes de la historia mundial de la tortura. Unos de los métodos más impactantes es la tortura del aceite, que se realizaba en Grecia y Roma para castigar el despotismo y fanatismo, de tal forma que mártires cristianos eran hervidos en aceite por sus perseguidores romanos; incluso, el emperador Nerón utilizaba antorchas humanas para iluminar su jardín.

El tormento de los perros era impuesto por los inquisidores en Alemania durante el siglo XIII: los perros eran colgados al igual que la víctima, a uno y otro lado, para que la mordieran. Otras veces las víctima eran puestas en un saco junto con gatos, a fin de causarles rasgunos.

También está la muerte por ahogamiento: el condenada era encadenado y esperaba por la marea del mar.

Qué decir de la época de la inquisición. Cuando eran acusados de herejía, los condenados eran quemados en la hoguera, tal como pudo ocurrirle a Galileo Galilei.

En 1542, la iglesia católica, bajo la dirección del Papa Paulo III, empleó medidas drásticas para controlar el protestantismo. A los 68 anos, Galileo fue llevado a la inquisición amenazado de tortura, ya que contrariaba la traducción de la Biblia hecha por el clero, manifestando que la Tierra era la que se movía alrededor del Sol y no al contrario.

Pero tuvo suerte, en 1633 fue sentenciado a cadena perpetua y luego la condena se cambió a arresto domiciliario a la prohibición de discutir sus observaciones planetarias.

Galileo fue exonerado del cargo por herejía en 1992.

Quien no se salvó fue Juana de Arco, y tampoco Catherine de Medicis, quien falleció el 4 de marzo 1617, y una bruja vampiro llamada Erzsebét Bathori, quien se dedicaba a la magia negra y mataba mujeres para mantenerse joven, muerta en 1614.

Otro método de tortura era la ejecución con un elefante, ocurrida en 1871: el hombre se aprovechó de la gentileza del elefante y con su obediencia aplastó el cráneo del condenado.

También estaba el emparedamiento, cuando en 1906 un hombre condenado a muerte por haber matado a no menos de 30 mujeres fue enterrado vivo.

Por otro lado, el hacha era un método de entretenimiento público; estaba reservada a condenados nobles e importantes.

Las manillas y tobilleras eran utilzadas en Europa en 1700 y 1900; el condenado era agarrado de manos y tobillos y colgado.

El potro arranca testículos es un instrumento de madera de forma diagonal. El cuerpo de la víctima descansaba en el vértice al tiempo que en ambas piernas eran depositados costales de arena, de tal forma que el peso era suficiente para producir la castración de forma lenta y dolorosa.

También estaba la mordaza o babero de hierro, usado en la época romana y preservado en la Edad Media. Giordano Bruno, intelectual brillante que fue quemado en la plaza de Roma en 1600, tenía colocada esta mordaza cuyos clavos perforaban la lengua y el paladar. Los condenados a la hoguera eran amordazados cuando se trataba de autos de fe, para que sus gritos no perturbaran la música sacra que acompanaba el evento.

Otro objeto de tortura que llama la atención es la doncella de hierro de Nuremberg, un ejemplar de finales del siglo XV que aparentemente se destruyó cuando la ciudad de Nuremberg fue bombardea en 1944. La primera referencia data del 14 de agosto de 1915, cuando fue utilizado contra un falsificador de monedas, así como con personas no leales a su majestad, mujeres adúlteras o jóvenes que no guardaran su castidad.

La violación de las comadres era utilizada en el siglo XVII y XIX; tuvo su auge en Suiza y permaneció en uso hasta 1888. Consistía en castigar delitos menores como el chismoseo, comadreo e intrigas.

El desgarrador de senos consistía en unas tenazas con cuatro puntas capaces de transformar en masas deformes los senos. La condena era por herejía, blasfemia, magia blanca o erótica, homosexualismo y aborto.

Tampoco podía faltar el cinturón de castidad, para garantizar la fidelidad de las esposas durante la ausencia del marido. Debía usarse sólo de dos a tres días, ya que la mujer podía perder la vida a causa de las infecciones por el aparato de hierro.

Las torturas medievales tenían métodos mas distinguidos para provocar el dolor; la pena capital era para asesinato, caza furtiva, robo, falsificación o adeudo.

Entre ellos se encuentra el rompecráneos y el quebrantahuesos. El primero era un cinturón de hierro con pinchos, en su interior se colocaban la cabeza y con una tuerca lo iban apretando. El quebrantahuesos es más grande, por lo que abarcaba mayor parte de la extremidad; al condenado se le permitía unas horas de descanso, pero luego se repetía la tortura, cuyo dolor era peor una vez que la pierna ya se había inflamado.

Los látigos de cadenas tenían hasta 8 cadenas de múltiples estructuras de hierro. El aplastador de carne, huesos y articulaciones castigaba los delitos de conflagración, blasfemia, palabrería soez y alteraciones del orden público.

Otros objetos que forman parte del museo son la escalera de estiramiento, las pinzas y tenazas ardientes, los collares para vagos (que era para el escarnio público) y la tortura del yelmo, el cual se ajustaba en la cabeza y un tornillo permanecía al frente, se daba la vuelta y éste se encajaba, utilizado en Espana a mediados del siglo XVIII.

La picota en tonel era un tarro de madera sobrepuesto a los borrachos para causar vergüenza pública.

Otros objetos eran la guillotina y la carreta de castigo, que era llenada de piedras de gran tamano, la cual ataban la tobillera de uno de los pies del castigado, que era obligado a caminar.

También está el cepo para cuello, castigo europeo que duraba hasta 30 días. Se trataba de una tabla de madera que envolvía el cuello; las personas podían escribir las faltas del inculpado, mismo que podía morir de sed o de hambre.

Así como éstos hay muchos otros más objetos creados por la malicia del hombre.

""Negar la historia es negar nuestra propia existencia. Como seres humanos en evolución, tenemos el derecho a conocer nuestro pasado y los acontecimientos históricos que dejaron huella en la humanidad a través de los siglos. Esto nos ayudará a comprender el presente y a construir un futuro, esperando no cometer los mismos errores"". Anónimo.

La exposición estará abierta de 10 a 20 horas, con un costo de entrada de 10 pesos por persona.

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