A Mauricio Herrera el coronavirus lo atacó en julio pasado, a pesar de que tenía cuatro meses guardando el confinamiento y extremando precauciones. El actor de 86 años de edad reconoce que enfrentarse a esta enfermedad fue uno de los retos más grandes de su vida, pero la actitud positiva que lo caracteriza lo ayudó mucho.
Cuando llegó al hospital, aconsejado por su esposa Luhana, su oxigenación era de 70 y tenía temperatura. A pesar de no haber presentado tos, la prueba de ambos salió positiva y él tuvo que quedarse internado. “Estuve 13 días en el Hospital ABC con una neumonía fuertísima. Afortunadamente no me intubaron, que eso es lo más grave, y ahí fui saliendo gracias también a mi carácter. Nunca pensé que me fuera a morir; no estaba preocupado ni angustiado. Al revés, estaba bromeando”, contó Herrera.
Hace unos días recibió la llamada del gobierno invitándolo a inscribirse para la aplicación de la vacuna covid-19 y, sin dudarlo, accedió. Él considera que es la mejor solución contra la pandemia y recomienda a todos sus colegas que acudan al llamado. “Ya me inscribí, nada más estoy esperando a que me llamen y ya iré, hay que vacunarse, es la única solución, aparte del cubrebocas, que eso es para no contagiarte y para no contagiar a los demás”, afirma.
El actor también espera la vacuna para poder salir de su casa con más seguridad y atender una dificultad de salud que tiene en la cadera.